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A pesar del alivio que significó para los productores del norte del país las medidas tomadas por el gobierno de Mauricio Macri en diciembre pasado (devaluación y rebaja de retenciones), los altos costos de los fletes continúan siendo una gran limitante para un desarrollo armónico de la agricultura en aquella región. Enviar un camión de maíz a los puertos de Rosario, en rigor, sigue costando cerca del 40% del valor de la carga, según cálculos de los productores.

Los números de Prograno, una asociación que agrupa a los productores salteños que en los últimos años han desarrollado un pujante polo agrícola en el este provincial, indican que el flete terrestre hasta Rosario vale actualmente unos 900 pesos por tonelada. Para los granos producidos en Las Lajitas, que deben recorrer unos 1.200 kilómetros hasta Rosario, esto implica una incidencia del 25,2% en el caso de la soja, y del 40,1% si lo que se traslada es maíz. Si la carga proviene de Las Maravillas, otra zona agrícola cercana a Orán y ubicada a 1.500 kilómetros de los puertos, las proporciones crecen a 26,6% y 42,3%.

El peso de les fletes, así, continúa siendo determinante para el desarrollo de una agricultura sustentable en las provincias del Norte, que permita a los productores aplicar un correcto esquema de rotaciones sobre los lotes agrícolas. Los números reflejan que no fue suficiente con eliminar las retenciones que pagaban el trigo y el maíz, mientras que solo se redujeron 5 puntos las de la soja. Tampoco solucionan este problema en el corto plazo los proyectos de inversiones en infraestructura contenidos dentro del Plan Belgrano, que ponen el acento en la recuperación de los ferrocarriles pero demandarán tiempos muy largos

En este contexto, los productores salteños, como en los de otras provincias norteñas, continúan esperando alguna medida provisoria que les permita abaratar el costo de trasladar sus granos. Las nuevas autoridades del MInisterio de Agroindustria, en un principio, habían comenzado a analizar una «compensación» a los fletes y hasta barajaron la posibilidad de establecer retenciones diferentes para las provincias norteñas, pero nada de eso se concretó hasta el momento.

Esta distorsión se agravó con la última suba de los combustibles del 10%. En el caso de Salta, produce una cosecha de 2 millones de toneladas de soja y maíz, que demandará un gasto en concepto de fletes de unos 1.800 millones de pesos para la presente campaña. El último aumento del gasoil, según los cálculos de Prograno, incrementará el precio de los fletes entre 3 y 5%, lo cual representará un costo adicional de 40 pesos por tonelada o de 1.200 pesos por camión. La cuenta que deben pagar los productores, en total, crecería en unos 60 millones adicionales.

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