
(8/Sep/16) El ingeniero agrónomo olavarriense Alberto Miotti sostiene que existe el consenso de todos los productores en cuanto a la etapa de diagnóstico, de asumir el problema y de preparar una estrategia de control. Solamente hay diferencias políticas “en el modo de cubrir los costos”. “Propongo una posición intermedia, porque lo peor que podría ocurrir es no negociar”. Y explicó el motivo que lo llevó a introducir una alternativa en el debate de este jueves en el HCD, por lo que confía en que se aprobará una de las ordenanzas debatidas.
“Si hay demora en aprobar la ordenanza y esto se demora en poner en marcha, vamos a llegar tarde con los controles: vamos a gastar la misma plata con un menor resultado o con un mal resultado. Mi intención, y el deseo de mucha gente, es que se apruebe una ordenanza que tal vez no sea la mejor, pero que al menos sea práctica. El fracaso del HCD de Olavarría y el de los bloque sería no arribar a una ordenanza por mayoría o por negociación”, definió ayer el ingeniero agrónomo Alberto Miotti, referente del sector agropecuario, en referencia a un proyecto de su autoría para el control de las tucuras que será debatido en la sesión del Concejo Deliberante de este jueves 8 de septiembre.
El ex director de Desarrollo Económico durante la gestión de Helios Eseverri aclaró su postura de cara a un debate que se presenta complicado en los días previos. “He hablado con alguna gente de las instituciones y claramente están a favor del proyecto oficial, afirman que han hablado con los productores y tienen su aprobación. He hablado con las autoridades y propongo una posición intermedia, porque lo peor que podría ocurrir es no negociar si hay que negociar, pero en definitiva los que votan son los concejales”.
Según las opiniones recogidas luego de la presentación del proyecto, “he hablado con distintos productores y es como que el productor chico, mediano o grande están esperando que se haga algo contra la tucura, que de una manera o de otra se apruebe el control, se pueda financiar la campaña, se puedan comprar productos y se contraten los aplicadores aéreos para tener una logística adecuada y que cuando la parte técnica lo determine se pueda fumigar”, enfatizó.
En definitiva, que la fumigación no encuentre en el debate político “un obstáculo innecesario, porque teniendo el acuerdo de todas las partes que hay un problema en puerta para octubre y noviembre, que hay una disposición a pagar y que lo único que estamos discutiendo es cómo se paga, me parece que hay que ponerse de acuerdo”.
Un punto intermedio
Luego de establecer que “como contribuyente agropecuario soy propietario en el partido de Laprida, por lo tanto no opino por un interés particular, no me beneficia ni perjudica en ese sentido”, el profesional recalcó que “si hubiera un solo proyecto, no opinaría nada, o que uno solo tuviera los votos suficientes para ser aprobado, no habría más nada que discutir. Pero ante la posibilidad de que ninguna de las dos alcanzara los votos suficientes, acerco una propuesta donde obviamente los que no querían segmentar tendrán que aceptar este concepto y los que querían segmentar sobre una base demasiado brusca entre las escalas más bajas y las más altas, lo que hago es acercar la brecha de costos entre los que menos pagan y los que más pagan”.
Así, “lo que peor podría ocurrir al partido de Olavarría en su conjunto y a los productores en particular es que ninguno alcanzara la mayoría y se negaran a negociar un punto intermedio, que ni siquiera tiene que ser el mío, haya una alternativa para acercar a las partes”.
Miotti planteó que luego de la potencial aprobación de la ordenanza aún restará un tiempo prudencial. “Si se aprueba este jueves en el HCD, después tiene que preverse una asamblea de mayores contribuyentes y tiene que aprobarse ahí, y cuando querés acordar se fueron 20 días, porque eso después hay que instrumentarlo y programar el cobro”.
De ese modo, “cuando empieza octubre y se dan más fuertemente los nacimientos de las tucuras, que hay diferentes especies y puede haber fechas escalonadas en los nacimientos, la parte técnica va a determinar el momento oportuno de hacer los controles y dónde están los focos”.
Por esa razón “es vital que esto se cumpla en tiempo y forma, porque además el partido de Olavarría está coordinando sus actividades con otros partidos vecinos y con el Ministerio a nivel provincial: la verdad que los que se ha hecho en la parte de diagnóstico, monitoreos y estrategias es modelo entre varios partidos en la provincia de Buenos Aires”, afirmó.
“Hay un solo proyecto”
El ingeniero Miotti consideró que “hay un solo proyecto, porque en lo único que difieren es cómo se determina la forma de cubrir los costos en función de la capacidad de pago de los productores agropecuarios involucrados ya que, vale la pena recalcarlo, nadie discute la etapa de diagnóstico, de asumir el problema, de preparar una estrategia de control y de asumir una estrategia después de realizar los monitoreos. Si se mira con cuidado estamos debatiendo la forma cómo se va a cubrir el costo de alrededor de 21 millones de pesos, cómo se va a pagar y quiénes lo van a pagar”.
Con ese argumento, se refirió a los dos proyectos en disputa antes de la introducción del suyo. “Cuando surge el programa oficial de control de lucha contra la tucura, se elabora con una forma de cobrar y pagarlo, que es dividir el costo total entre las hectáreas involucradas en la explotación agropecuaria en Olavarría. Pero después surge una propuesta del bloque Olavarría para la Victoria, donde sin discutir todo lo demás, opina sobre la forma de financiarlo y propone una segmentación basada en determinadas escalas, con una visión sobre el pequeño y mediano productor, con lo cual el oficialismo discrepa fuertemente”.
Sin ponerse a valorarlos, Miotti explicó: “No voy a opinar sobre si es mejor un sistema de pago que el otro porque esa es la tarea de los concejales, que tienen más elementos de juicio para hacerlo y seguramente los diferentes bloques habrán contactado con los productores y sabrán por qué opinan lo que opinan. Lo que he intentado aportar, una vez establecidas las dos opciones, es acercarlas a una posición intermedia en caso de que no se sacara por mayoría el proyecto de alguno de los bloques: una alternativa de negociación que permita, por sobre todas las diferencias, aprobar una de las ordenanzas”. (Nota publicada en Diario EL POPULAR, Olavarría).