
(12/Oct/16) Representantes de la producción y del comercio de granos y frutas destacaron las necesidades de desarrollar o mejorar distintos aspectos de la infraestructura económica y social para reducir costos y ganar competitividad, al exponer durante la 64° Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción.
Julio Calzada, director de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), y Marcelo Loyarte, gerente general de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (Cafi), detallaron los requerimientos de cada caso.
Según Calzada, los costos de producción pueden reducirse en forma sensible por varias vías, entre ellas el transporte de granos por vía terrestre, que hoy «es un 130% más elevado que en Estados Unidos y un 60% superior al de Brasil». El dirigente rosarino señaló que «no se deben cargar responsabilidades al sector camionero, ya que el 40% de sus costos son impuestos, 24% son salarios, 10% combustibles y al camionero le queda sólo el 4%».
Calzada atribuyó la actual situación a los «elevados costos en dólares por la inflación y el tipo de cambio que no acompañó». «Hoy pequeños transportistas tienen que competir con grandes empresas y hay productores agropecuarios que se están comprando camiones, todo lo cual indica la necesidad de tener un plan estratégico para racionalizar los costos», añadió.
Calzada mencionó asimismo las perspectivas de transporte fluvial a través de la Hidrovía Paraguay-Paraná, con barcazas desde Puerto Barranqueras-Vilela hasta el Gran Rosario, pero el problema es que «falta profundidad».
«Si se pasara de 34 a 38 pies, la reducción de costos sería importante, ya que los buques pueden cargar más y con la mayor profundización se podrían abaratar fletes en 75 millones de dólares por año», puntualizó.
Calzada mencionó por último los «costos portuarios elevados, tienen que ver con el pilotaje, el practicaje y el peaje de la Hidrovía», si bien dijo que hubo recientemente un «avance importante al lograrse una rebaja de la tarifa de los pilotos y de los remolcadores de cerca de 20%».
Loyarte, a su vez, recordó que «hasta 2013 Argentina fue el principal exportador de peras y en manzanas fuimos sexto exportador , y hoy estamos en el puesto 9 o 10». Detalló luego los aspectos débiles de la infraestructura en las zonas productoras, en algunos casos relacionados en el desarrollo de los yacimientos de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta.
La producción frutícola, sostuvo Loyarte, requiere mejoras en materia de infraestructura vial, ferroviaria, comunicaciones, energía eléctrica y gas, entre otros rubros, donde «hay mucho para hacer y se requiere una fuerte inversión».
El gerente de la CAFI mencionó también el déficit habitacional, ya que en cada cosecha arriban a las áreas productoras unos 20 mil trabajadores que vienen de las provincias del Norte, Santiago del Estero, Salta y Tucumán. «No hay una infraestructura adecuada para alojarlos y tampoco se puede atender la necesidad de arraigo de la gente que vive en la zona», lamentó Loyarte.