
(11/Nov/16) El ingeniero Hugo Santonja (foto), referente del INTA en la Comisión de Lucha contra las Plagas, consideró que de continuar en condiciones “normales”, los trabajos de fumigación podrían concretarse “en los primeros días de diciembre”.
Con ciertos condicionamientos surgidos a partir de la acción del clima, avanzan los monitoreos previstos sobre la evolución de la plaga de tucuras por los técnicos que participan de la Comisión de Lucha del partido de Olavarría. En ese sentido, se aclaró que por estos días se pone especial atención en el desarrollo de los insectos, ya que “la temperatura tiene influencia directa en la velocidad de los cambios de estadios de la plaga”.
De ese modo, de continuar los trabajos bajo condiciones “normales”, por el momento se estima que la aplicación de los plaguicidas podría realizarse durante los “primeros días de diciembre”. Asimismo, si bien en un inicio se había proyectado una superficie a fumigar de unas 180.000 hectáreas, la extensión definitiva a cubrir será confirmada cuando “la plaga alcance un mayor desarrollo”.
Una de las particularidades de la presente campaña es que desde nuestra ciudad se trabaja en forma coordinada con las comisiones respectivas de los partidos de Laprida y Benito Juárez, en busca de obtener mejores resultados. El ingeniero agrónomo Hugo Santonja, quien representa al INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) en la comisión multidisciplinaria conformada por representantes de entidades públicas y privadas, asociaciones profesionales, cooperativas y el Municipio olavarriense, se mostró “totalmente conforme” con lo llevado a cabo hasta el momento.
El profesional señaló ayer que entre las actividades previstas, en la actualidad “se están haciendo los monitoreos de los nacimientos para ver cómo va evolucionando la población de la plaga”. De todas formas, las lluvias y los días cálidos de octubre han incidido en los trabajos, ya que “indiscutiblemente, esta situación agroclimática está influyendo sobre la población porque cuando (las tucuras) son muy chiquitas, recién nacidas, son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura”.
Con jornadas de calor propias del verano seguidas de bajas de temperaturas semejantes a las del invierno, en estos días “por ese motivo el equipo de la Comisión de Lucha está monitoreando permanentemente la evaluación de la marcha de los nacimientos para poder tomar decisiones en tiempo y forma”.
Trabajos coordinados
Como consecuencia de la situación, “la aplicación de los productos está dependiendo mucho también de las condiciones climáticas porque la temperatura tiene influencia directa en la velocidad de los cambios de los estadios de la plaga”, resaltó Santonja, para evaluar luego: “Calculamos que de realizarse los controles como está previsto, la aplicación de los productos serían en los primeros días de diciembre, prácticamente”.
El referente del INTA relativizó el área a cubrir en virtud de que “todavía hablar de una superficie de 180.000 hectáreas es prematuro porque ésas son las proyecciones de la temporada anterior; era la superficie que se estaba hablando en función de los registros de la cantidad de desoves existentes y demás”. Al respecto, manifestó que los trabajos se irán “modificando en forma dinámica, de acuerdo a cómo se vayan dando las condiciones. Es decir, todavía no tenemos bien determinada, a ciencia cierta, la superficie definitiva que habría que hacer”.
En busca de una mayor efectividad, “se está trabajando con las comisiones de Lucha de Laprida y Benito Juárez, haciendo también los monitoreos, cuestión de también poder ir haciendo algún tipo de previsión en cuanto a la forma o a las superficies que ellos tendrían necesidad de hacer los tratamientos. Pero se está haciendo un trabajo coordinado en cuanto a la forma de realizarlo, las evaluaciones de las superficies y las zonas afectadas”, aclaró Santonja.
Hasta el momento, el profesional se mostró “totalmente conforme porque se está haciendo un trabajo a conciencia en cuanto a poder prevenir posibles daños mayores al tener toda la información, que en muchas otras campañas, antes de que empezara a trabajar la Comisión de Lucha, no se tenía la certeza de lo que iba a pasar. Hoy en día estamos en una tarea preventiva, básicamente”, finalizó.
Zona crítica
De acuerdo con información suministrada desde la Subsecretaría de Agricultura y Ganadería bonaerense, “durante los últimos meses se realizaron monitoreos poblacionales de tucuras en la zona crítica de la provincia de Buenos Aires, correspondiente a los partidos de Azul, Coronel Pringles, General La Madrid, Guaminí, Laprida, Coronel Suárez, Tapalqué, Olavarría, General Alvear, Bolívar y Benito Juárez”, que cubre una superficie de “2.560.000 hectáreas”.
En la zona de Coronel Suárez, Coronel Pringles y Guaminí, las tucuras “se encuentran en estado de saltonas, con variación en cuanto a cantidad de población por metro cuadrado, por lo que podemos inferir que en algunos ambientes será necesario el control de la plaga por los daños que provocará”.
En la zona de Laprida y General La Madrid, “partidos que poseen características ganaderas. Por lo tanto aquí depende de las condiciones meteorológicas para el desarrollo de las pasturas, ya que con mucha masa vegetal la plaga pasa desapercibida y no se traslada”.
En cuanto a la zona de Azul, Olavarría y Benito Juárez, “la evolución de la plaga muestra una directa correlación con la situación hídrica”, y en este caso “se recomienda monitorear la situación en particular de cada potrero, dado que desde el mes de noviembre el ambiente se fue modificando paulatinamente hacia un mayor riesgo potencial de ataque”.
Apiarios
Hugo Santonja, referente del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) en la Comisión de Lucha contra las Plagas, reiteró el pedido a los apicultores “del Partido que informen a la gente de la Cooperativa de Apicultores o de la Asociación de Apicultores, la ubicación y las coordenadas de dónde están ubicados los apiarios para poder hacer las tareas correspondientes de prevención cuando tengamos que hacer las aplicaciones”. FUENTE: Diario EL POPULAR.