
(7/Ene/17) El consumo de vino tinto cayó casi un 10% en la Argentina respecto de 2015 -algo más de cuatro veces la baja de las compras de cerveza- en una tendencia que se mantiene desde hace más de una década y que se profundizó en 2016 por el impacto de la inflación en los precios y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, la comercialización de vino tinto en el mercado interno fue un 9,4% menor entre enero y noviembre de 2016 que en el mismo período de 2015.
A diferencia de la cerveza, que tuvo un retroceso de sólo un 2%, el consumo de vino siguió el rumbo descendente que registró desde 2005 hasta la actualidad: el promedio de casi 30 litros que se estimaba bebía una persona por año descendió a poco más de 20 litros. La magra cosecha de 1.703 millones de kilos de uvas en el 2016 (muy lejos del promedio anual de 2.500 millones de las buenas épocas) tuvo su correlato en que fueron elaborados casi 945 millones de litros de vino, una cantidad menor a los 1.029 millones de litros del 2015. La inflación impactó fuerte sobre los productores, principalmente quienes elaboran vino genérico (tetrabrik), consumido por la franja social de menores ingresos. Fuente: Télam.