
POR DARIO FARIÑA. Hace alrededor de tres años que Ana Luis (Anita para todo el ambiente) está trabajando con su papá Fernando en la cabaña La Elisa. Los Limangus de este establecimiento olavarriense ha ido creciendo exponencialmente y ya son referentes en cada exposición, como ocurrió a fines de abril cuando tuvieron una excelente Expo Otoño en la Sociedad Rural de Tandil, no sólo cuando ingresaron para exponerse sino también en la pista para venderse.
Anita (27 años) fue la que se encargó de prepararlos, ya sea en Olavarría como en los corrales de la SRT, y luego entró a la pista. Después, al regreso, habló con campoindustria.com para contar un poco lo que experimentó en el evento que se llevó a cabo en Tandil y contar, aunque sea un poco, de cómo se prepara para ir a Palermo en julio próximo.
¿Ana, qué balance hacés a nivel personal de la Expo Otoño Limangus en Tandil?
En general, si hacemos un balance de lo que se vivió la verdad es que fue recontra lindo. Hubo muchísimos más animales, muchos más expositores que el año anterior, una calidad impresionante. La jura era ver pasar los animales decir “la verdad que es muy fino, no sé quién va a ganar”, y eso para una que está ahí es mucho más lindo que sea más la competencia y no que sea que llevar uno y que pase solo a pista y que por ahí sabés que te llevás la cucarda. No tiene tan lindo gusto como esa competencia.



Sí, porque cuando hay más rivales y de buena calidad te obliga a seguir mejorando, te hace crecer…
Si, la competencia además nos está pasando a todos, ya que como hay cada vez más animales nadie se puede quedar atrás. Entonces hasta los más fuertes tuvieron que crecer todavía más como para que los de abajo no les pisen los talones. Es re linda la competencia que se está generando.
Además, todos destacaban la cantidad pero también la uniformidad de los animales
Por eso te digo lo de la calidad. Cuando entraban a pista no se sabía muy bien que cuando iban a sacar el Gran Campeón la verdad que el jurado podía agarrar para cualquier lado. La jura estuvo muy muy buena, muy buena.



Quizá Leo Hernández y Administración Cook siempre están un escaloncito arriba, se ve que los demás vienen subiendo mucho
Sí sí, ellos por ahí tiene un nombre que se lo han ganado. Yo creo que cada vez más pasa eso de que no se sabe quién va a ganar. Antes por ahí sí se sabía. Era un poco resultado cantado. Ahora vas a Palermo y no se sabe quién se va a llevar el premio.
Personalmente, y a La Elisa, le fue muy bien, tanto en la expo como en las ventas
Sí, nos fue muy bien. Estuvo bueno. Si bien estuvo un poco trabado con los machos de pédigree pero es lógico por la época. Pero después las ventas estuvieron espectacular, bárbaro, y muchísimos animales.



¿Los toros de La Elisa siguen saliendo y son buscados, no?
Siiii, siguen saliendo, siguen saliendo, es cierto. Yo creo que todas las cabañas son una marca registrada para algunos, depende de lo que esté buscando el comprador. Es muy lindo ver que se llevan toros y luego ves a esa persona que se llevó un toro de casa alguna vez y vuelve a repetir con machos o lo mismo con hembras, por lo que ahí analizás que lo que se está vendiendo es bueno. Porque si el comprador busca siempre y levanta la mano cuando escucha o ve que es de una cabaña de la que ya tiene animales, está bueno.
Esta Expo de Otoño de Tandil fue un trampolín muy grande para Limangus, es como que fue una bisagra, porque hubo gran cantidad de caballeros, estuvieron solos, no con otras razas, y lo que se notó es que fue un salto importante para la raza. ¿Es así?
Sí, yo lo siento como una evidencia de todo el crecimiento que Limangus fue teniendo paso a paso. Fue como que antes compartíamos con Hereford y Shorthorn y como que Limangus en su crecimiento se fue llevando puesto eso y al ser cada vez más cada vez, más cada vez más, pero llegó el momento de abrirse y hacer algo propio. Cuando estás ahí y ves que la exposición es de Limangus y que estamos todos nosotros, la verdad que decís “wow, sí, el crecimiento es evidente y es real”.
Además es hermoso el ambiente que se vive en una expo de Limangus
Sí, sí, sí. El ambiente que yo creo sí, que es una raza re linda, hay unas relaciones entre cabañe y criadores que son muy lindas, es lindo encontrarse, ya sea dos, tres o cuatro veces al año.



¿Cómo se prepara La Elisa para Palermo, qué van a llevar?
Vamos a llevar creo que seis animales, esa es la idea: tres machos y tres hembras, y como siempre intentamos completar las categorías entonces llevaremos un toro de tres años, otro de dos años y otro de un año, y lo mismo en hembras. Inclusive mi hermano Isidro, que está estudiando en Buenos Aires y será mi ayudante, me estuvo preguntando lo mismo, ¿qué vamos a llevar?. Me dijo también “qué ganas de que se haga la Rural, qué vamos a llevar?. Pero falta que terminemos de definir con papá quiénes son los postulantes, quiénes son los definidos para ir a la exposición, pero la idea siempre es esa, cubrir categorías. Puede que llevemos al toro Baltasar, que fue campeón dos años el año pasado en Palermo, le fue muy bien.
Y ahora saben, todos, que la competencia va a ser más dura dentro de Limangus, porque lo deben sentir todos los criadores de la raza…
Sí, por supuesto, sabiendo que la competencia también va a ser más dura. La verdad es que muchas veces entre cabañeros queremos saber qué es lo que tiene el otro y hablo de cabañeros de los que están con los animales todos los días, yo hablo mucho con ellos. Por ahí te mandas un mensaje, che vos que tenés, vos que tenés y mucho no se dice o por ahí se ven fotos y decís mirá lo que tiene. Pero hasta que no llegás a la fila y ves todo en la fila, no te imaginás nada. Y viendo todo en la fila tampoco se puede sacar conclusiones porque todo es muy bueno así que entonces se espera a la jura.