Martín Lizaso: “Lo primero que tiene que entender el ganadero es qué modelo de producción quiere hacer”

POR DARIO FARIÑA. En la primera jura fenotípica de la Asociación Argentina Angus en la provincia de Buenos Aires, que se llevó a cabo el martes 9 de abril en la cabaña olavarriense La Soñada (del productor Alberto Alem), el jurado fue Martín Lizaso. Su nombre es sinónimo de Agromelú, la cabaña que ya tiene casi nueve décadas de vida, referente máximo del Angus colorado. De eso no hay dudas.

Terminó la jura y habló con campoindustria.com. Amable, sin vueltas para contar cómo vivió las decisiones que debió tomar y para contar sobre su vida, así como todo lo relacionado con su cabaña, por lo que una charla que en principio iba a ser para hablar un poco sobre la jornada en La Soñada terminó siendo un ida y vuelta más amplio, profundo, agradable, porque Martín Lizaso mostró toda su transparencia.

Me gustó eso de que preparaste la división de los toros en los grupos, de acuerdo a como si fueras a armar tu remate...

Sí, obvio. Creo que, en definitiva, cualquier jura es tratar de hacer un orden de ventas. Y en este caso, que es volumen de toros, que no es jura individual y demás, con más razón. Yo entro a los corrales de la manga y es como si estuviera en el corral de la manga de casa armando el remate de Agromelú, que entre paréntesis lo tengo cerca, así que esto fue un buen entrenamiento. Tengo el 7 de junio el remate, pero esto es un buen entrenamiento y la verdad que es eso, es armar los cuartiles de cómo uno armaría el remate y en función de cómo cree uno que esto va a funcionar mejor comercialmente. En el fondo termina resultando cómo cada animal termina expresándose.

Los mejores se destacan igual, aún por pequeñas cosas…

O sea, los que están adelante son los que se terminaron expresando mejor en las mismas condiciones que el resto. Porque acá no es que hay una persona que lo entró a la pista, alguien que preparó, que dio mejor de comer, o peor de comer, o que esto y lo otro, no. Están todos bajo las mismas condiciones. Y entonces creo que hay diferencias en los biotipos, hay diferencias en cómo se terminan armando los animales, hay diferencias en las precocidades de los diferentes animales. Fue un poquito lo que traté de armar, pero es un poco la secuencia del remate. Para mí es tal cual, y por eso me divierto en el corral.

¿En igualdad de condiciones para comer, lo que marca diferencia es la genética?

Sí, después, obviamente tenés aquellos animales que te pueden gustar más o te pueden gustar menos. Hay animales que responden muy bien en esas condiciones, digamos en la conversión en el pasto, pero a lo mejor después fenotípicamente tampoco te pueden gustar tanto. Es muy probable que los toros del grupo 4, que son los toros de más tamaño, son los que hayan tenido más alta ganancia de peso, dejando de lado el grupo 1 que son toros realmente importantes, y sobre todo comparando el 3 con el 4. Pero para mí, para alguna condición pastoril, para producciones a pasto, se van un poco en tamaño. No quiere decir, como dije después también, que no sirvan, al contrario. O sea, en la medida que nosotros tengamos que hacer novillos más pesados, que tengamos que meter más carcasa, es muy probable que esos animales respondan mucho mejor que los que están en el 3.

Depende de los criterios comerciales del productor…

No existe el animal ideal, no existe. Cuando a uno le dicen, “este es el toro”….¿el toro para quién?, ¿para dónde?. Yo tengo la suerte de andar bastante y salgo de gira a visitar clientes, tengo dos clientes en San Luis, alambre por medio, y uno tiene un modelo de producción y el otro tiene otro modelo de producción, con lo cual uno necesita un tipo de animal y el otro necesita otro tipo de animal. Y es la misma zona, mismo campo, alambre por medio. Entonces, esa es la mejor demostración de que no existe el individuo ideal. Es ideal para el objetivo de producción. Entonces, lo primero que tiene que entender el ganadero es qué modelo de producción quiere hacer, qué es lo que tiene como recurso, y ajustar a ese recurso que él tiene su sistema de producción. Y ahí va a poder expresarse bien la genética. Si no, es como comprar una Ferrari y querer entrar en las rutas de la Argentina.

¿Agromelú qué tipo de animal busca?

Mirá, qué sé yo. Lo que mejor puede definirte Agromelú hoy es que dentro de dos años cumplimos 90 años criando Angus colorado. Y poder mantenerse 90 años criando una raza y haciendo remates en forma interrumpida desde el año ´66, y ya vamos este año por nuestro 136 remate institucional, creo que es lo mejor que puede definir. Creo que ha sido una empresa, una cabaña, un proyecto familiar, un proyecto de forma de vida en donde vivimos de esta actividad y que hemos ido adaptándonos a las exigencias del mercado. Entonces, ¿cuál es el animal que buscamos?...y tratamos de estar pensando en lo que el cliente va a necesitar en función de cada uno de los sistemas de producción.

¿Hacen sólo pédigree?

Sí. Hacemos únicamente pédigree, con lo cual eso nos da el abanico de que el solo hecho de tener genealogías ya nos da diversidad y si a mí vos me preguntás qué es lo que necesito, te digo que dentro del mismo envase poder ofertar diferentes modelos para diferentes modelos de producción. Pero tratando de tener más o menos el mismo envase. O sea, no cambiando por una copa chica, una copa grande, una de champagne, una de vino, una de whisky. Sino que el vaso sea más o menos parecido y que eso después te permita atacar diferentes modelos de producción.

A ustedes le gusta mucho más el Angus colorado. ¿Cuando hay que hacer una obra como la de hoy, incide algo eso, el gusto particular?

Cero. Soy criador de colorado, pero no me limita. Es más, si vos revisás la jura te vas a encontrar en el grupo cuatro con muchos toros que son colorados. Y creo que a lo mejor, y te repito, no creo que es porque sean malos, porque a lo mejor son biotipos que están para otros modelos de producción. Y para modelos de producción más intensivos, para modelos de producción que después vayas a terminación a corral, que tengas otro tipo de carcasa, que tengas una carcasa un poco más de tamaño. Pero por eso te digo, no creo que uno es mejor y que el otro es peor. Va a depender de los objetivos de producción. Hoy, en condiciones pastoriles, yo creo que estos animales son superiores a aquellos. Pero vos me decís si tengo algún tipo de diferenciación entre el negro y el colorado, y te digo que casi que te vas a encontrar que están por partes parecidas. He encontrado toros buenos en el colorado, toros buenos en el negro y toros malos colorados y toros malos negros. Es la misma raza, obviamente que hay diversidades dentro de las mismas razas como hay diversidades aún dentro de la misma variedad por objetivos diferentes de producción. Entonces es así, después están dentro de los parámetros de la raza. Pero no más que eso.

¿En síntesis, la disfrutaste a la jura?

Obvio!, sí. Feliz la vida. Y aparte, esto de mirar para atrás, ¿no?...y como les decía a Fabián Otero, tener la satisfacción de haber jurado la primera prueba pastoril allá en Córdoba hace 23 años y hoy que me toque jurar la primera prueba pastoril acá en la provincia de Buenos Aires, casi que es una caricia, un mimo al alma.

Y un secretario de lujo, ¿no?, porque Aníbal (Gasteneguy) es de acá, de Olavarría...

Sí, es también un amigo, un amigo, un cliente de toda la vida y un amigo. Discutimos bastante, nos peleamos bastante porque es cascarrabia, pero es un flor de tipo, un gran amigo. Y un gran amigo que nos dio la actividad. Que eso también es lo espectacular que tiene esto, ya que uno genera vínculos, genera relaciones, afectos. Recién hablaba con todos los chicos de Huangulén con quienes nos conocimos de toda la vida y es lindísimo, la verdad que sí. Disfruté mucho. Como me dijiste si lo disfruté, sí, lo disfruté muchísimo.

Contame un poco de tu historia…

Tengo 60 años. Viví en Buenos Aires hasta los 18. Me fui a laburar al campo, crié a mis chicos en el campo en la zona de Daireaux, en Andán, que queda de Daireaux para Guamín. Y siempre en el campo y siempre detrás del culo de las vacas.

Y con la familia cuestas…

Sí, con la familia cuestas, porque en el fondo son proyectos familiares. Es una forma de vida y lo interpretamos así todos. Creo que esta es una característica distintiva de la ganadería, ¿no?. Son formas de vida. Obviamente que uno quiere ganar plata, pero no es lo primordial, es cómo vos vivís, cómo uno se relaciona. Son proyectos que son muy a largo plazo. Yo hablaba con Mariano y le decía que si uno se pone a hacer un análisis medio bruto, prácticamente la ganadería está más cerca de la forestación que de la agricultura. Hoy una soja vos la hacés en cuatro meses y con un novillo vos tardás tres años para hacerlo. Entonces es doce a uno la relación. Y cuando vos hacés doce a uno es casi como estás en una forestación, así que imaginate cuando uno toma en términos relativos las cosas, cómo uno se proyecta. A doce años vos tenés que proyectar de otra manera, vos proyectás en función de tu vida, cómo es lo que vos querés transmitirle a tus hijos, cómo querés que vivan ellos, cómo vos querés vivir. Es totalmente diferente.

¿Por más que es un negocio, lo que empuja al ganadero no es el dinero sino la pasión?

Si no es negocio, no sirve. Yo lo que creo es que la gran ventaja que tiene esto es que uno se apasiona. Y la familia acompaña, creo que eso es espectacular. Entonces ya es un combo completo, porque ya dejan de ser proyectos individuales sino que son proyectos comunes y de objetivo de vida comunes, y eso es lo que enriquece.