Gustavo Cappello y Shorthorn: de aquellos primeros pasos a este presente exitoso de cabaña Dona Angélica

POR DARIO FARIÑA. “Cabaña Doña Angélica arrancó en 2017/18 comprando las primeras hembras. Un solo toro compramos, Preferido, y al otro toro –Huracán- padre lo adquirí como ternero, me gustó y en ese momento no estaba muy aggiornado en el tema, pero precisaba un toro a futuro y resultó que fue muy buen padre. Para mí fue un halago que Guillermo Samnvtti, que tenía la propiedad de Preferido, me dijera que ese toro era para mí, que lo tenía que comprar, hicimos el esfuerzo y con la buena voluntad de Luciano Macaroni y Sanvitti, que me dieron facilidades, está en casa” comenzó contando Gustavo Cappello, en una charla con campoindustria.com, el reconocido productor pampeano de Shorthorn, al frente de la cabaña que se encuentra en la ciudad de Guatraché, para hacer un poco de historia de su cabaña, Doña Angélica.

“Ahí arrancamos. Después trabajamos duro en la pandemia, donde no podíamos salir y el único refugio era trabajar con los animales para estar bien, y ahí en esos dos años marcamos la diferencia. A todo eso hay que sumarle que en el transcurso de ese lapso, o un año antes, ya habíamos pensado en ver a alguien que nos ayude, que nos asesore en todo este tema, y así entablamos charla con Guillermo Barreiro, quien hace ya cuatro años que viene y nos da una mano importante”, agregó Gustavo respecto de cómo se viene trabajando, que incluye jornadas a campo como la que se realizó el sábado 6 de abril, en Guatraché, que incluyó dos interesantes charlas, recorrida por los corrales y una interacción con los alrededor de setenta personas que llegaron hasta esa ciudad pampeana.

“Tengo que agradecerle a Guille su colaboración, su dedicación. Es que él es uno más de la familia, nos conocemos bien. Cuando llegan estos eventos tengo mi genio, ando más serio, pero con Guillermo nos conocemos. Inclusive en las exposiciones, antes de salir a pista, hacemos competencia. Es que a mí no me gusta perder más allá de que es un equipo pero valoro muchísimo que nos ha dado esa inversión de Guillermo muchas cosas, nos abre las puertas a un montón de lugares de manera más rápida y directa, creo que ha sido el camino indicado” explicó Cappello respecto de su relación laboral y de amistad muy fuerte con el ingeniero zootecnista Guillermo Barreiro.

“A veces él elige un animal y yo otro, y competimos entre los dos quién le gana a quién, que es la parte linda, porque nosotros le hacemos caso pero uno también ve las cosas desde otra óptica, o nos gusta otro animal, que es normal, y vamos a la pista con los dos a ver qué animal elige el jurado. A esto no lo sabe nadie, es algo interno, pero después de la jura vemos el resultado y ahí llega el “esta vez te gané yo”, siguió contando el productor pampeano.

“Tampoco hay que dejar el tambo de lado. Es que hubo un cambio de personal rotundo, y tengo que agradecer al tambero nuevo (Horacio Alvarado y su señora Adriana Martínez) que se pusieron la camiseta de la cabaña, y a Fabián Fernández que es joven, tiene muchas ganas de aprender el oficio y estoy seguro que lo va a aprender y que nos dará alegrías, porque tiene un gran compromiso para nosotros” siguió contando Gustavo Cappello, quien junto con su esposa Claudia Besso forman parte de la cabeza que conduce cabaña Doña Angélica.

¿Cómo fue el balance de esta tercera Jornada Shorthorn?

Todo salió muy bien, recibimos bastante gente, muchos amigos, todos quedaron conformes con las charlas, con lo que les mostramos en la recorrida por los corrales, así que estoy agradecido a todos los que vinieron a compartir el día de la jornada. Esta fue la tercera que organizamos en Doña Angélica y creo que año tras año vamos tratando de mejorar o de buscar charlas de interés para la gente, y para eso trabajamos durante el año para ver a quién convocar para que hable sobre temas interesantes para los productores y para quienes vienen a compartir la jornada.

¿Y las charlas, que siempre aportan datos nuevos y más conocimientos?

Las dos charlas fueron espectaculares, tanto la de Costamagna como la de Eluchans. Fueron superlativas en cuanto a calidad y conocimiento de los disertantes, y lo importante también fue que al ser tan amena hubo intercambio de opiniones entre el orador y los asistentes, lo que enriquece la charla. Porque evacuar consultas está muy bueno y en ese sentido ambos fueron abiertos y permitieron la interacción con los oyentes y al final de sus disertaciones varios integrantes del público les hicieron preguntas.

¿Se hizo la recorrida por la cabaña para mostrar animales?

Sí. Después hicimos una recorrida por los corrales de la cabaña. La arrancamos con los machos. Porque la cabaña tiene 15 toros y en otro sector se encuentran las hembras, y primero mostramos los machos, los padres más conocidos Huracán y Preferido, así como otros toros que estamos usando. Todo lo que mostramos, salvo esos dos toros que hace dos meses que se encuentran encerrados porque terminaron servicios (habían salido de servicio hace 20 días). Y los mostramos con “ropa de trabajo”, por decirlo de alguna manera, donde se puede apreciar los aplomos y las cualidades carniceras, así como la estructura que tiene cada animal” explicó respecto de que los dos toros no estaban preparados como para una Expo, sino que recién habían vuelto de servicio y estaban tal cual se los ve cada día en la cabaña. Los toros que salen a la venta en agosto, septiembre y octubre se encerraron en el piquete el jueves, y la jornada fue el sábado 6 por lo que tenían dos días de encierre pero comieron alfalfa y el domingo 7 volvieron a su lugar, ya que se crían a campo, aunque lógicamente tendrán otro estado de preparación para los eventos que se vienen. Pero ya vuelven al campo luego del servicio.

¿También mostraron las hembras que producen en Cabaña Angélica?

Por supuesto. Respecto de las hembras les mostramos las terneras nacidas el año pasado, en agosto, septiembre, octubre y noviembre, ya destetadas, y obviamente cuando se las destetan sufren y en este emprendimiento se debe afinar la alimentación. Ya tienen una preparación lenta, digamos, pero están en eso, en el proceso de amansarlas, peinarlas, prepararlas para una exposición, o el evento que pinte, mientras que las otras vuelven al campo. También tenemos vaquillonas entoradas y preñadas de 15 meses con toros de la cabaña. Inclusive había alguna en la que tenemos copropiedad con otros socios de esas vaquillonas. Y también mostramos una vaquillona que, para nosotros, es la carta fuerte del año, así como una vaca con cría que parió luego del remate de Carlos Ojea Rullán –que se hizo en noviembre pasado en Palermo-, que está en copropiedad e irá a alguna exposición. De estas hembras, les mostramos las de 15 meses en la recorrida, y les mostramos las madres de esas vaquillonas para que vean lo que producen esas madres, precisamente. Aspiramos a vacas de 2 o 3 años que nos producen muy bien, las elegimos muy puntualmente, es un lote de 7 u 8 donantes que producen excelente y son con las que armamos el plantel de biotipo que queremos para nuestra cabaña.

Un balance positivo entonces…

Sin dudas y gracias a Dios. La gente se fue conforme y estamos recibiendo halagos por todos lados, por las redes y en forma personal, por los comentario que llegan a mí y a Claudia, mi esposa, ya que ella maneja las redes de Doña Angélica. Recibimos muy buenos comentarios de los animales, de las charlas, cómo fueron atendidos, y debo agradecerles profundamente a todos los que se acercaron y compartieron con nosotros.

¿Se está produciendo un resurgimiento de Shorthorn para estos 200 años de la raza?

No lo tomo tan así. Cuando decidimos hacer este emprendimiento sabíamos que para que nos conocieran y poder comercializar lo que producimos teníamos que salir de la casa y a eso lo tenemos internalizado. Salir significa hacer 300 o 500 kilómetros para ir a algún lugar, y hemos salido. Nos ha tocado ganar, otras perder, volvemos y a seguir trabajando, a seguir apostando. La base nuestra es salir y que nos conozcan, eso permite beneficiarnos, beneficiar a la cabaña por lo que hacemos, pero también colaborar a que la raza se continúe conociendo.

Pero estaba demasiado quieta para ser la raza madre…

Quizá la raza estaba un poco dormida, por decirlo de alguna manera, o tal vez eso reflejaba el resto de los cabañeros. Pero apareció un loco como yo y les hizo ver que había que hacer algo, sino se caía. No se va a caer nadie, en realidad, pero era necesario este nuevo empujón. La raza, con los 200 años que cumplió el año pasado, fue tomando envión y se empiezan a ver resultados, ya que hay muchos rodeos en el país, más de lo que la gente cree. Pero estaban un poco ocultos o no siendo tenidos en cuenta. Y nosotros, desde nuestro trabajo, recorrimos, ofrecimos un producto y un servicio de parte de la Asociación para brindar lo que ese productor precise, y de esa manera la raza va resurgiendo.

Y quizá aparezcan nuevos productores de la raza

En esta jornada aparecieron dos o tres que nunca me hubiera imaginado que les interese el Shorthorn, y eso indica que la raza crece. El Shorthorn es medio familiar, siempre hubo algún antepasado en la familia que tenía animales de esta raza y con el cambio de generaciones, cuando los jóvenes toman el mando, se empiezan a acordar del rodeo del abuelo o del tío, y empiezan a tratar de querer armar algo.

¿Cuánto significó haber ganado el premio Tarquino?

Para una cabaña nueva como la nuestra, con 5 o 6 años en las pistas, ganar un premio Tarquino por sumatoria de puntos de todo el país, al competir con cabañas que hace 50 años que producen toros o planteles o diseminando genética, sin dudas que un halago. Y nos sirve para que nos miren y así ser tenidos en cuenta.

¿Qué es lo que viene para Cabaña Angélica?

Lo más pronto que tenemos es una colaboración para con la Asociación, ya que nosotros tenemos la suerte de ser directores de la Asociación a partir de este año, y la entidad va a participar de un evento que se realizará en Santa Rosa. Es una muestra expodinámica, con todas las asociaciones de criadores de ganados que están invitadas. Por cercanía vamos a ir a mostrar solamente la raza, será el 19 y 20 de abril, en un evento que organiza la Universidad Nacional de La Pampa junto con Agrícola Santa Rosa y que auspicia el Ministerio de Producción de provincia de La Pampa, y la Asociación va a estar. Por cercanía, ya que estamos en Guatraché, me han pedido que colabore con 3 o 4 animales, no propios, pero sí donde se tiene un porcentaje para que estén representadas las otras cabañas que son socias nuestras.

¿Y después?

Después se nos viene la Nacional de Otoño en Tandil, también el remate donde somos invitados de cabaña Santa María de Luciano Macaroni, adonde llevaremos un lote de hembras. Posteriormente vendrá Palermo, como todos los años. Ahí estaremos con una vaquillona que le tengo mucha fe y es nuestro mejor ejemplar producido el año pasado, y es propiedad toda de nosotros. Luego la Nacional de Primavera que no sé dónde se va a hacer, quizá en Bolívar, a mediados de septiembre. Y enseguida se nos vienen la expo de Bahía Blanca, la expo de Santa Rosa, la expo de Coronel Suárez, donde estuvimos el año pasado por primera vez. Y depende cómo estemos de mercadería para ofrecer hemos recibido la invitación de la Rural de Coronel Dorrego, también de Huinca Renancó, Toay y San Luis. No podemos ir a todos lados pero a algún lugar seguro que iremos.

¿Repetirá la presencia en el Genética de Elite, en noviembre en Palermo, que organiza Carlos Ojea Rullán?

Si en noviembre está ese remate espectacular. Suponemos que Ojea Rullán nos tendrá en cuenta nuevamente para su remate y si es así vamos como invitados por supuesto, o sino iremos a mirar lo que hay de otras razas o de Shorthorn. Al Genética de Elite llevamos animales desde hace dos años y vendimos, porque hay que vender por supuesto, como toda cabaña. Tiene sus exigencias de venta, claro. Pero seguro que seremos tenidos en cuenta.

Es que la competencia, en cada raza, es mucha…

Sí, de eso no hay dudas. Aunque somos conscientes de que no somos el uno, sino uno más, pero lo que la gente opine y  vea de afuera, bienvenido sea y es un halago. Pero trabajamos sí o sí, siempre, porque ha sido cada día el gran secreto de Doña Angélica. Nadie va a regalar nada, ni un toro o una vaquillona o un cubre lomo, para eso hay que trabajar, y mucho. No queda otra.