Vuelve el temor de la sequía y hay preocupación por la cosecha y el ganado

Mientras sigue la debilidad relativa de los mercados agrícolas internacionales, la ola de calor de esta semana está asestando un duro golpe a la evolución de los cultivos de la cosecha gruesa, lo que hace trastabillar hasta los pronósticos más conservadores. Es que mientras desde algún sector se alentaba hasta días atrás, una eventual “cosecha récord”, que no iba a ser tal ya que el área de siembra total no había crecido (siguió en unas 41 millones de hectáreas), el volumen final de trigo se ubicó en sólo 15 millones de tn (lejos del récord superior a los 21 millones), y tampoco creció en forma significativa la utilización de insumos clave, como los fertilizantes.

Pero por encima de esto, que ya impedía cualquier “récord”, las muy altas temperaturas actuales que se prolongarían también la semana próxima, y la ausencia de lluvias que apenas "sorprendieron” este jueves con algún chaparrón en la costa atlántica, y también mangas de granizo en algunas localidades costeras, estarían determinando un daño a los cultivos de maíz y de soja que, aunque difícil de evaluar aún, impondrían daños significativos en los rindes.

“Entre jueves y sábado se espera que varias localidades alcancen registros de temperatura máxima sobre 40°C. Se recomienda seguir las alertas por temperaturas extremas del SMN”, señala la Secretaría de Agricultura, tras destacar que las temperaturas serán elevadas en todo el país, y las lluvias escasas durante la próxima semana. Se considera que la primera quincena de febrero será clave para los resultados que pueda lograr entonces la próxima cosecha gruesa, con cantidad creciente de localidades en estado crítico por falta de reservas.

Una caída de “sólo unos 500.000 terneros” es lo que el especialista Ignacio Iriarte calcula como impacto negativo de la prolongada sequía, en los rodeos de cría del país, además del atraso en las pariciones. El dato, impactante es, sin embargo, significativamente menor a las estimaciones iniciales que lo ubicaban en hasta 1,5 millón de animales. Para el analista, la caída en las restantes categorías, la caída va a 3% a 5%, y son los datos que habrá que consignar a la hora de estimar qué pasará con la oferta vacuna de este año, y en el resto de la cadena de invernada, y de cría. Hasta ahora, lo que se tiene además de un retroceso variable del consumo doméstico que lo habría provocado la fuerte suba de los precios de diciembre, fue el retroceso de estos mismos valores durante enero, para retomar la tendencia alcista en los últimos días, lo que los colocó en niveles similares a los de fin de año. De ahí que el comportamiento de la demanda doméstica sea una de las incógnitas a develar, junto con los volúmenes factibles de exportación que obligarían a mejorar los pesos de faena (muy superiores a los de la demanda local). Para Valor Carne, “el total embarcado el año pasado fue de 970.000 tn, apenas 1% menos que el máximo histórico de 1924. En diciembre, mientras los envíos aumentaron 18 % interanual, los precios registraron una nueva baja por la depreciación de los cortes en Israel a raíz de la guerra”. Lo que significa que, aunque muy relegada aún, la Argentina podría en este 2024 traspasar la ansiada meta del millón de toneladas exportadas, aunque eso no le alcanzaría para salir del 5º puesto cómodo que ostenta en el mercado internacional, detrás de Brasil que va 1º; Australia 2º; India 3º, y EE.UU. 4º.

A pesar de la situación económica, y la climática, la industria ovícola mostró un crecimiento de alrededor de 3% en los principales indicadores, durante el año pasado. Así, mientras “las Aves de Postura alcanzaron los 53.110 millones de animales con una variación interanual de + 2,89%; en el rubro Huevos Producidos la variación fue de + 2,88% con 15.807.600.000 millones de los cuales 13. 911 millones fueron huevos de mesa (+ 2,88%), mientras que en Huevos Procesados se produjeron casi 1.900 millones (+ 2,89%). De tal forma, según el informe de Capia, “la Producción per cápita fue de 343 huevos, lo que representó un incremento de 3,00% respecto del 2022”. “Es necesario que el Gobierno continúe con el proceso de normalización de las variables económicas, así como también de los tipos de cambio. Valoramos el esfuerzo y también destacamos el retiro del capítulo fiscal del proyecto de Ley Ómnibus que significaba un aumento del 15% en los derechos de exportación de muchos sectores agroindustriales, incluidos la industria del huevo”, destacó Javier Prida, titular de la Cámara que nuclea a los productores e industrializadores avícolas. Simultáneamente, la cámara que nuclea a la industria aceitera y exportadores -Ciara-CEC-. indicó que “durante el mes de enero las empresas del sector liquidaron la suma de u$s1.522 millones; representando una suba de 64% en relación al mismo mes de enero del año 2023 y una mejora de 22 % en relación al mes de diciembre del 2023”. La entidad destacó, además, que “La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas”.

Fuente: Ambito