FECOFE, la nueva representación del sector agroalimentario cumplió 18 años
Nació a partir de la Federación Agraria pero en 2010 comenzó un camino independiente, a partir de un recambio generacional y se transformó en una cooperativa de cooperativas. En la actualidad representa cerca de un centenar en 11 provincias argentinas, con presencia tanto en las regiones centrales de la Pampa Húmeda como en las economías regionales
Actualidad04 de octubre de 2024El cooperativismo agropecuario y agroindustrial prosperó durante el siglo XX en dos grandes tradiciones: las cooperativas ligadas a la Asociación de Cooperativas Argentinas y las nacidas de la Federación Agraria Argentina. Las primeras integradas a CONINAGRO y las federadas a FACA. Las crisis de finales de la centuria pusieron fin a ésta última, quedando ACA como entidad de segundo grado y CONINAGRO de tercero.
En 2006, la FAA funda la Federación de Cooperativas Federas (FECOFE), con el propósito de recuperar ese espacio de representación entre las cooperativas de raigambre federada, si bien muchas de las sobrevivientes ya se habían asociado a ACA para resolver, fundamentalmente, su operatoria de comercialización de granos.
Pero es a partir de 2010 que FECOFE comienza su accionar como cooperativa de cooperativas y en solo un año de funcionamiento se produce el desbanque de su presidente (el mismo que el de la FAA en ese momento), y las cooperativas asociadas junto a los dirigentes más jóvenes rompen con la conducción federada e inician un derrotero en busca de una nueva misión histórica.
La evolución de la experiencia FECOFE fue recogiendo en el camino un sinnúmero de productores y trabajadores que producen y trabajan en todo el país, pero que, o bien no contaban con una representación o las formas representativas de las que eran parte habían quedado perimidas. O simplemente, las viejas estructuras ya no contenían sus necesidades, aspiraciones y deseos.
Economías regionales y diversidad de producciones
FECOFE además de nuclear a cooperativas agropecuarias tradicionales fue incorporando cooperativas elaboradoras de alimentos de muy diversos rubros. Si bien muchos dedicados a la producción primaria, no pocas agregan valor en origen o están implicadas en procesos de industrialización. Muchas otras, además del procesamiento, distribuyen y comercializan sus propios productos o de terceros. Varias de ellas posicionadas en el comercio exterior.
Sus cooperativas acopian y comercializan granos, y brindan servicios. Otras producen y elaboran alimentos de consumo humano. Elaborados por cooperativas se articulan en redes protagonizadas por actores locales, alcanzando la mesa de los consumidores con calidad y precio justo. Con el foco puesto en reducir la intermediación, apostando a la democratización de la producción, la transformación, la distribución y la comercialización. FECOFE propone la Soberanía Alimentaria desatando los nudos de la concentración y organizando las fuerzas profundas del acervo económico y social de las comunidades del interior productivo.
En su camino de tender puentes, la Federación ha tejido sólidas alianzas con organizaciones de pequeños y medianos productores, agricultores familiares y ganaderos de moderada escala, campesinos, trabajadores cooperativizados, horticultores, fruticultores, yerbateros y apicultores entre otros.
Además FECOFE ha incorporado federaciones dentro de su membrecía, por lo que logra representar una variopinta gama de economías regionales cooperativizadas y que no siempre encuentran viabilidad institucional en otras organizaciones.
Esto es lo que mejor define a FECOFE, su versatilidad, flexibilidad y vocación representativa de la realidad concreta a través de actores múltiples. Sobre todo de responder a la orfandad identitaria en la que recaen muchos agrupamientos productivos.
Sus miembros alegan pensar en los productores, en los trabajadores, en los pueblos del interior antes que en el desmedido interés de negocios concentrados por corporaciones o fondos de inversión. Apuntan por un lado a construir comunidad con sus cooperativas, y por otro a la incidencia política con gobiernos y estados. Porque afirman: “No hay comunidad sin estado y no hay cooperativas sin comunidad”.
Las claves de su crecimiento
En un clima cultural contrario al decálogo cooperativo, la ruralidad ha vivido en permanente transformación. Las organizaciones de esos territorios se aggiornan o mueren. Por eso, desde FECOFE se arrogan la ventaja de la originalidad como dinámica de adaptación activa para la supervivencia y el crecimiento. No se restringen a determinadas producciones o regiones, porque piensan que todo el mundo rural debe alinearse a un modelo nacional dentro de un proyecto de país y de desarrollo.
En definitiva, se busca construir organización a partir de los actores auténticos sin olvidar la naturaleza cooperativa. No se trata de desechar el trabajo acumulado de muchas generaciones. Porque la materialidad de las cooperativas actuales está fabricada por un centenario sudor intergeneracional.
Están hechas de mucha gente durante mucho tiempo. Gente que vivió y soñó progreso y bienestar, realización y valores. Alrededor de un centenar de cooperativas encuentran representación en FECOFE, en 11 provincias argentinas, con presencia tanto en las regiones centrales de la Pampa Húmeda como en las denominadas economías regionales. En la variedad de sus terruños, producciones, necesidades y formas organizativas, se forjó la trayectoria de FECOFE. En la incesante búsqueda de plurales y singulares respuestas.
Y se proyecta como referencia indiscutida del cooperativismo agroalimentario en el siglo XXI. Con esa lógica, la de representar lo que necesita ser representado, con originales formas de integración, aceptando lo diverso, lo diferente y lo múltiple.
AgroBonaerense