

El cultivo que esconde una oportunidad "única" en Argentina: lo usó Cristóbal Colón por sus características y ahora revive de la mano de la agricultura regenerativa
Especialistas destacaron el potencial de este cultivo para productores argentinos y el comercio internacional.
Agricultura12 de abril de 2025 Campo Industria




En el marco de Expoagro 2025, tres especialistas de renombre se reunieron para disertar sobre el cáñamo y las oportunidades que este cultivo representa para la agricultura y la industria.
La charla, titulada "Cáñamo: una oportunidad para abrir nuevos mercados", contó con la participación del Dr. Ignacio Ferrari, interventor de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), el Ingeniero Agrónomo uruguayo Andrés Arotxarena, de la empresa Simpla, y el Ingeniero Agrónomo argentino Juan Ignacio Barros, de la firma IHS.
Cannabis vs. Cáñamo :¿En qué se diferencian?
Ferrari abrió la charla explicando los aspectos fundamentales del cáñamo y su diferenciación del cannabis. Explicó que el cáñamo es una variedad de la planta Cannabis Sativa L. que posee menos del 1% de THC, el compuesto psicoactivo, y que se caracteriza por su versatilidad, con más de 25.000 posibles subproductos.
Entre sus principales usos destacan los textiles, bioplásticos, biocombustibles, alimentos y materiales de construcción. Históricamente, el cáñamo ha sido utilizado en diversas aplicaciones, desde las velas y cuerdas de los barcos de Cristóbal Colón hasta los uniformes de la Primera y Segunda Guerra Mundial, debido a su durabilidad y propiedades térmicas.
Ferrari destacó que el cáñamo se cultiva de manera similar a otros productos tradicionales como la soja, el maíz y el trigo, lo que facilita su incorporación a los esquemas agrícolas actuales sin necesidad de grandes adaptaciones en la maquinaria. Además, mencionó que ARICCAME (Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal) busca regular de manera diferenciada las distintas ramas de la industria del cáñamo, permitiendo que cada sector tenga normativas específicas según su finalidad, ya sea textil, alimenticia, medicinal o industrial.
En la actualidad, Argentina ha otorgado cerca de 30 licencias para la producción de cáñamo, con la expectativa de seguir ampliando este número en los próximos años para fomentar el crecimiento de la industria y su competitividad a nivel global.
Cáñamo, la experiencia de Uruguay
El ingeniero agrónomo Andrés Arotxarena, de la empresa uruguaya Simpla, compartió la experiencia de Uruguay en la regulación y producción del cáñamo desde su legalización en 2014.
Uruguay ha logrado consolidar su industria en diferentes sectores, desde la producción de aceites ricos en omega-3, 6 y 9 hasta la creación de bioplásticos y materiales de construcción sustentables. Arotxarena destacó el rol del cáñamo en la captura de carbono y su bajo impacto ambiental, señalando que es un cultivo ideal para la agricultura regenerativa. También abordó los desafíos técnicos del cultivo, incluyendo la selección de suelos adecuados, el control de plagas sin el uso intensivo de agroquímicos y la adaptación de las técnicas de cosecha a las particularidades de la planta.
Fibra y grano de cáñamo
Por su parte, Juan Ignacio Barros, de la empresa argentina IHS, centró su exposición en la poscosecha y la industrialización del cáñamo. Explicó que la producción puede dividirse en dos grandes sectores: la fibra y el grano. La producción de fibra, que implica la cosecha y procesamiento del tallo, requiere una inversión en infraestructura industrial para su aprovechamiento en textiles, papel y materiales de bioconstrucción.
Mientras tanto, la producción de grano es más similar a los cultivos tradicionales y tiene aplicaciones en la industria alimenticia y cosmética.
Barros subrayó que el cáñamo ya es utilizado por grandes industrias globales, incluyendo el sector automotriz, donde se emplea en paneles internos de vehículos por su resistencia y bajo peso. Además, mencionó que marcas reconocidas como Lego han anunciado su intención de fabricar sus ladrillos con bioplásticos derivados del cáñamo para 2030, como parte de sus estrategias de reducción de huella de carbono.
En cuanto a la comercialización y regulación, Barros mencionó que uno de los principales desafíos es la necesidad de contar con un sistema logístico eficiente para el almacenamiento y procesamiento del grano.
A diferencia de otros cultivos, el cáñamo no puede almacenarse por largos periodos sin un tratamiento previo, lo que obliga a los productores a integrarse con plantas de procesamiento habilitadas. En este sentido, destacó que Argentina está avanzando en la implementación de licencias específicas para garantizar una producción controlada y de alta calidad.
La charla concluyó con un llamado a la expansión del cultivo de cáñamo en Argentina, promoviendo reglas claras y previsibilidad para los productores. Los especialistas coincidieron en que el cáñamo representa una oportunidad única para diversificar la matriz productiva del país, generando empleo, fomentando la innovación en materiales sustentables y posicionando a Argentina como un actor relevante en el mercado global del cáñamo.
Fuente: https://news.agrofy.com.ar/
Próximos remates







