

Moscas blindadas: el gen rebelde que desarma los insecticidas en las granjas avícolas
Una investigación del CONICET identificó mutaciones genéticas que vuelven inmunes a las moscas. Con un 87% de los ejemplares resistentes, proponen un test rápido para cambiar la estrategia.
Agricultura22 de octubre de 2025 Campo Industria


La recolección de moscas en tres granjas de la provincia de Buenos Aires expuso una nueva realidad: el zumbado constante que antes se silenciaba con insecticidas piretroides ya no cede. Un equipo de científicos del CONICET descubrió que la mosca doméstica (Musca domestica) desarrolló mutaciones genéticas que anulan el efecto de los químicos, una resistencia que se expandió como un reguero de pólvora en los establecimientos.
“La base de la problemática se centra en que se utilizaron durante mucho tiempo insecticidas piretroides como herramientas de control químico, lo que derivó en una selección de individuos con características genéticas para sobrevivir a los mismos”, explicó Ariel Toloza, director del estudio e investigador del CONICET en el Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (CIPEIN).
El mapa genético de la resistencia
El trabajo, publicado en el Journal of Economic Entomology, logró por primera vez en Argentina detectar las mutaciones específicas –conocidas como kdr, kdr-his y super-kdr– en moscas de granjas avícolas bonaerenses. Estas variantes actúan como un escudo biológico contra los piretroides.
“Previamente teníamos solamente la información toxicológica, y ahora, gracias a los análisis genéticos efectuados, pudimos conocer la principal causa que explica por qué las moscas son resistentes”, destacó Romina Piccinali, coautora e investigadora del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA).
Un vector de enfermedades letales
La urgencia del control trasciende las pérdidas económicas. Gonzalo Roca-Acevedo, otro de los autores, detalló el rol de la mosca como vector mecánico y biológico. “Puede transmitir virus, bacterias, hongos y helmintos tanto a animales como a seres humanos”, afirmó.
El investigador listó agentes causantes de cólera, hepatitis, Salmonella y tuberculosis, y advirtió que “recientemente se demostró que también puede transmitir el virus del SARS-CoV-2 ”. En las aves, su impacto es directo: transmite infecciones virales que reducen el peso corporal y la producción de huevos.
Una solución en lugar de más veneno
El muestreo en las granjas bonaerenses arrojó un dato contundente: el 87% de los insectos portaba al menos una de las mutaciones de resistencia. La solución, según los expertos, no es aumentar la dosis de piretroides.
“El siguiente paso es interrumpir el uso de insecticidas piretroides y aplicar un programa de manejo integrado de plagas”, subrayó Toloza. Ese plan incluye la remoción mecánica del guano, el uso de controladores biológicos como parasitoides, trampas de captura masiva y el uso de insecticidas no piretroides.
El estudio sienta las bases para un programa de monitoreo que detecte las mutaciones de forma temprana, rápida y económica. Una herramienta para que los productores abandonen una batalla perdida y adopten tácticas más inteligentes contra una plaga que aprendió a vencer.
(DIB)
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