

Crece el cultivo de palta en Mar del Plata
Empezó como un experimento hace dos años y hubo un crecimiento exponencial de los rendimientos. Ahora, se postergó unos meses la cosecha y apuestan a repetir el resultado a pesar de los factores climáticos.
Agricultura02 de diciembre de 2025 Campo Industria


La fruta de la primera plantación de paltas en la zona “ya están en el árbol” pero los ingenieros agrónomos decidieron esperar unos meses para la cosecha, la tercera desde que comenzaron con la inédita empresa en tierras marplatenses.
En la segunda, hubo un crecimiento exponencial de los rendimientos y para esta oportunidad se espera repetir la cantidad a pesar de factores climáticos que no ayudaron.
La experiencia está abonada por los ingenieros agrónomos Alejandro Reid y Guillermo Brown, que comenzaron a plasmar en la tierra lo que era un sueño en febrero de 2021.

Así, través del ensayo y error, prepararon una hectárea con más de 800 arbolitos de paltas Hass, la variedad más consumida y conocida en el país. La plantación, ubicada en el campo del kilómetro 15 de la ruta 88 llamado “La Pilar” en honor a sus fundadores, es la única existente al sur de la provincia de Tucumán.
“La fruta está en condiciones de cosecharse comercialmente, pero esperamos una mejor ventana de venta para enero o febrero, y por eso esperamos ese momento para la cosecha”, explicó a LA CAPITAL el ingeniero agrónomo Guillermo Brown.
Además de la mejor opción comercializadora, los productores se enfocan en la calidad. “Cuanto más tiempo la fruta está en planta, va mejorando y gana calidad”, detalló.
Rindes
La primera cosecha (2023/2024) alcanzó un volumen que calificaron de “simbólico”: 500/600 kilos. En la segunda (2024/2025) llegaron a “los 2 mil kilos”, en consonancia con lo que habían previsto en el inicio del proyecto.
La de este año “pintaba muy bien” pero el clima complicó los planes. “Es difícil de estimar ahora -reconoció Brown- porque en febrero sufrimos el evento grande de piedra, que afectó a toda la zona sur de la ciudad, y nos pasó por arriba el campo y tiró la mitad de la fruta al piso”.
Así, se esperanzó con que “podamos repetir los 2 mil kilos de la última, más o menos calculamos que estaremos en esa cifra” y lamentó las inclemencias climáticas porque “de no haberlas sufrido, podríamos haber llegado a los 4 mil o 5 mil kilos”. Una plantación adulta, de más de 7 años, puede generar “hasta 30 mil kilos por hectárea”, informó.
Proyección
De todas maneras, Brown aseguró que con su socio están “contentos” con los resultados obtenidos hasta ahora ya que “están en línea con lo esperado”. Tal es así que a ese primer lote, se sumaron otros y se va expandiendo el cultivo de palta en la zona.
“Ya hay casi 30 hectáreas plantadas en la zona. A nuestro ‘Proyecto Agrario’ se sumaron 6 o 7 más y otros proyectos que llevamos en la consultora”, especificó.
La perspectiva es más que alentadora y, si bien no dio precisiones sobre la sustentabilidad del proyecto en tierras marplatenses, analizó que “es temprano para asegurar inequívocamente que la tierra sirve, pero sí tenemos mucha más certeza que hace dos años. Son cultivos que llevan muchos años”.
Las plantaciones de palta en el norte del país tienen una vida útil estimada “entre 20, 25 años y 30 años”, aunque durante ese tiempo “tenés que hacer un trabajo de mantenimiento todos los años, como poda y fertilización”, contó el especialista.
Desafíos
En los inviernos que atravesaron desde que comenzaron con el proyecto, las estrategias que idearon para neutralizar el frío dieron resultado.
“Las protegemos con una lona anti helada y a las plantas más chicas, que en su momento eran todas, les armamos como una casita de madera. Además contamos con un sistema de riego que se activa cuando hay heladas. Igual, la primera defensa es la elección del lote: es clave un lugar alto”, describió el ingeniero agrónomo.
Uno de los desafíos, tal como sucede en el campo, son los factores externos inmanejables, como el clima. El ideal para la palta es el “subtropical o templado”, razón por la cual en la plantación local además de las lluvias, el granizo y el viento, también deben neutralizar al frío.
Pero en el inicio del proyecto la prueba fue superada, ya que “las tasas de crecimiento y de desarrollo son mejores de lo que esperábamos”.
El diseño de la plantación implica una distancia “de seis metros entre cada fila y cada planta, aunque con el tiempo determinamos que lo mejor era ubicarlas a tres metros de distancia entre planta y planta”.
DIARIO LA CAPITAL









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