Gervasio Sáenz Valiente y el Genética de Elite 2023: “Sólo me queda sacarme el sombrero por Carlos”

POR DARIO FARIÑA. El remate Genética de Elite, en su decimocuarta edición, llenó de jerarquía a la Sociedad Rural de Palermo. Con seis razas, con más de cuarenta cabañas (46 precisamente), con los mejores productos que nacen y se crían en distintos campos del país, se juntaron este martes 28 de noviembre para hacer esta subasta que ya trasciende los límites de la Argentina, a partir de una idea del reconocido genetista Carlos Ojea Rullán y que impactó sobremanera esa noche en la que se juntaron 500 personas para cenar, vender y comprar. FOTO PRINCIPAL: gentileza Abril Gauna.

Felizmente campoindustria.com pudo estar allí, disfrutando dentro de una cobertura en la que se vio a criadores que compartieron un fiestón de la ganadería, con ventas espectaculares, pero fundamental porque se sienten parte de este Genética de Elite que tuvo el brillo, el glamour y el resultado que se esperaba.

El martillo estuvo a cargo de Pancho O´Farrell y de Gervasio Sáenz Valiente, el histriónico, verborrágico y exacerbado Gervasio (compartió el estrado de venta con su hermano Fernando) y al final pudimos formar parte de esa mini “conferencia de prensa” que brindó luego del remate, junto con colegas reconocidos y destacados como Mauricio Bicondoa, Carlos Bodanza y Damián Hinding. Esto fue lo que dijo (por momentos un largo pero rico monólogo) Gervasio Sáenz Valiente:

Decimocuarta edición de Genética de Elite. Me parece que con un ofrecimiento que ha sido más que importante, con seis razas, con más de cuarenta cabañas, con quinientas personas, toda una fiesta...

Sí. Es impresionante. Hoy hablábamos, ¿no? ¿el fin de la temporada?. No, flaco, esto marca un principio. Los principios son así, a bombo y platillos, con gritos, con euforia. Por supuesto que por ahí uno termina cansado el año y cuesta arrancar estos principios. Pero es el principio, a mí me llama la atención. Sólo me queda sacarme el sombrero por Carlos. Realmente, para mí, no sólo lo que hace, sino como lo hace, se merece el respeto de cualquier persona que ande en la ganadería. Pero realmente juntar lo que juntamos, genéticamente hablando, productivamente hablando, y los nombres que juntamos, es espectacular. Pueden decir falta fulano. Y bueno, no querrá venir. Pero están todos. Y si no querés estar, no querés estar. Pero esto es realmente impresionante. Y si me decís, che, reflejame en algo, haceme un pensamiento. ¿Cuántas banderas viste de grandes campeonas o de reservadas de grandes campeonas hoy ofertando hijas, nietas, sobrinas, transferencias embrionarias o lo que sea?. La mejor genética del país estuvo acá. Te excita rematar en un remate así. Por supuesto, no le podés dar el ritmo porque cada uno se merece tomarse el tiempo, presentarlo, darle la oportunidad, jugar con el vendedor como jugás con el comprador. Con el vendedor, por más que sea un animal, es su animal, es su producto, es adonde llegó. Creo que, se lo dije hoy esta tarde en una charla que tuvimos con Carlos sobre qué esperábamos del remate. Y yo le digo, a mí cuando me dijeron la cantidad de gente que venía, digo se convierte en un hito, se convierte en algo importante. ¿Por qué? Porque viene la gente porque está el producto. Y a la noche cuando terminás te das cuenta que es porque está el producto. No tuvimos falta de ofertas en ningún lote.

Sí, además sin dudas es un remate, podemos decir del Mercosur también, porque acá no sólo había argentinos comprando sino que también había de Brasil, había de Paraguay, y eso le da otro vuelo al remate también, ¿no?

Por supuesto, y tener el juego de la ganadería que vos querés. Es decir, cómo es la ganadería que ellos esperan. ¿Qué es de la ganadería que esperan? Esto, el premio, la cucarda, la bandera celeste y blanca arriba del lomo de su vaca, el mejor toro producido con esa vaca que fue la campeona de Palermo, toda esa excitación que genera esto se traslada. Algunos dirán, no pero se vendió un toro en 23 millones, y yo digo: flaco, encerramos 15, 20, 30 cabañas juntas y las 30 vendieron bien. Eso no es mérito no sólo del productor, es mérito del producto, del vendedor del producto, de quien lo prepara, del que lo presenta, del que lo remata, todo es un conjunto de actividad comercial casi te diría perfecta. ¿Qué es lo que me gustaría para que sea perfecta? No sé, capaz que no terminar a las 2 de la mañana, es decir arranqué a las 2 de la tarde y terminé a las 9 de la noche y vendí 500 de estos y los puse, un sueño que tuve. Y les cuento a ustedes, fue cuando Menem levanta el tema del aftosa, nos declara libre, mi sueño fue hablar con Brasil, con Uruguay, con Paraguay para hacer un remate en la isla Martín García. ¿Quién te dice? Por ahí el día de mañana se me da y podemos hacer con barcos llegando de todos lados en la isla Martín García, pero esto…esto es un puerto que no se puede perder y el que está afuera tiene que venir a vivirlo, te lleves o no te lleves con las circunstancias, tenés que vivirlo así como vivís cuando un genoma se multiplica porque descubrieron algo en un laboratorio. Este es el laboratorio de la genética de belleza, este es el laboratorio de la genética linda, este es el laboratorio de Palermo, tenemos que vivirlo.

Gervasio, un poco este remate yo lo decía y lo pensaba en los 3 tiempos verbales que nos enseñaron en el colegio: el del pasado por todos los años de trabajo y selección que hay, el del presente porque lo vimos en las banderas y en las cucardas y por sobre todo pensar en el futuro de la ganadería próspera con toda esta inversión que hoy se hizo y lo que se puso a consideración, ¿no?

Mirá, yo tengo la suerte de poder hablar por ahí en algunos momentos y te generan tener un diálogo con alguien especial que mañana puede llegar a ser gobierno o no, no importa, pero una de las cosas que siempre digo es que la ganadería, la agricultura, pero por sobre todas las cosas la ganadería nunca se trató como industria argentina, nunca. Nadie dijo me dedico a la industria argentina ganadera, porque si decís me dedico a la industria ganadera, a la industria argentina ganadera, tenés que ponerle no sólo mayúsculas, acentuación, verbo, futuro y pasado de un esfuerzo que significó estar donde estamos y sabés quién fue gran parte de eso, de estar donde estamos, esta pista. Esa pista de arena, esa pista de jura fue y será siempre la selección ganadera del país, por más que hoy no la respeta alguno, o por ahí hoy alguno te dirá, no, pero no es la verdad absoluta. No, la verdad absoluta no, pero fue el país, fue lo que tengo enterrado, es la raíz porque hoy tengamos esa ganadería.