“Pepe” Pestalardo: “En la prueba pastoril cada uno va midiéndose, se compara contra los otros, esto está muy bueno”

POR DARIO FARIÑA. Carlos José Pestalardo. “Pepe” para todos, ya que adoptó definitivamente ese sobrenombre como nombre. Y le gusta así, precisamente. Sexta generación de Carlos Guerrero, el hombre que trajo los primeros tres Angus al país desde Gran Bretaña, hoy está al frente de la histórica cabaña Charles de Guerrero.

Ha estado ya un par de veces en Olavarría. La última había sido en septiembre pasado, cuando en el predio de la Sociedad Rural se hizo la Angus de Primavera y él fue uno de los dos jurados (el otro fue Juan Martín Ojea Rullán), por lo que –de paso- visitó el Club Atlético Estudiantes, invitado por la dirigencia bataraza, porque donde está instalado el club son tierras que donó, precisamente, Carlos Guerrero, el mismo que trajo la genética Aberdeen Angus a la ganadería argentina.

Y “Pepe” estuvo presente en La Soñada, cuando el 11 de junio se realizó la segunda jura fenotípica de la prueba pastoril (la primera que se hace en territorio bonaerense) y el cabañero de Solís fue uno de los encargados de manejar la parte técnica de la jornada, en representación de la Asociación Argentina de Angus, junto con el ingeniero Joaquín Orta, también integrante del mencionado equipo. Por supuesto, luego habló con campoindustria.com para que cuente cómo vivió la actividad, de su trabajo y de cómo le fue en la última 81ª Expo Otoño en Palermo. Esto fue lo que contó:

¿Pepe, contanos qué función estás cumpliendo en la jura fenotípica?

Primero tengo que decir que está muy linda la atorada, muy linda la presentación que hizo La Soñada. Soy parte del equipo en la parte técnica, soy el asesor genético, pero la verdad que como llegan los animales, los toros, las ganancias, las condiciones, la parte sanitaria, el manejo, creo que hay mucho trabajo por detrás y creo que el equipo de cabaña La Soñada viene haciendo un trabajo ejemplar para la primera prueba pastoril.

La prueba pastoril es algo que otorga muchos datos a todos los productores. ¿Es algo de lo que se saca un montón de data para después aplicar en la cabaña?

Está bueno, la verdad que está muy bueno, está muy bueno compararse. Muchas veces son en exposiciones, que es diferente a esto, ya que esto es 100% producción. Entonces está muy bueno ver cómo la genética de cada cabaña se va desarrollando en el mismo ambiente, compitiendo y a través de todas esas mediciones que se van haciendo, a través de esa jura fenotípica que hoy es una, los individuos van ganando puntos y en base a eso después se termina dando el campeón de la jura pastoril en cierta forma, que después termina una venta. Pero lo que está muy bueno es poder compararse y ver su genética, cómo trabaja en las mismas condiciones, 100% a pasto, contra los otros reproductores que es donde la Argentina produce en base a forraje. Entonces creo que las condiciones y la prueba son excelentes y hoy creo que otra de las partes fuertes es encontrarse con otros criadores, clientes y amigos para compartir un poco de criterios, un poco de un día bien ganadero y, como siempre, disfrutar de lo que hacemos.

Más allá de que Angus tiene una línea, los productores obviamente por ahí mandan los que creen que son sus mejores toros o los que tienen que estar en la prueba pastoril, ¿pero por ahí miran de reojo y ven diferencias y ahí hay que sacar otras conclusiones?

Creo que está bueno. Como pasa en las exposiciones, creo que en la prueba pastoril cada uno va midiéndose, se compara contra los otros, pero creo que va siempre tranqueras hacia adentro, ver cómo uno puede seguir mejorando, en qué tiene que mejorar, en qué está muy bien y sirve mucho para trabajar puertas adentro. Al compararse con los otros uno se ve reflejado en dónde está parado y creo que eso es parte de la prueba pastoril. Es una competencia 100% en producción y comparándose contra otras cabañas que producen lo mismo.

Haceme un balance de cómo fue en la Expo Otoño Angus en Palermo

Creo que nos fue muy bien en las cabañas que asesoro, creo que fue un lindo balance. Realmente la exposición de otoño en Palermo ha tomado un marco impresionante, creo que había más de 600 animales compitiendo y creo que muestra un poco el nivel de la raza, ¿no?. Hoy estando en Palermo con 600 animales en el medio de la ciudad y el nivel que se mostró y la competencia que hubo fue impresionante. La verdad que nos fue muy bien, pero mejor nos fue en las ventas, creo que es el fiel reflejo de cómo está la cabaña trabajando y los clientes te lo demuestran buscando esa genética, buscando esas terneras, buscando asociarse en algún producto, embriones o con algún toro para repasar sus planteles y creo que también se nos acercaron muchos extranjeros de Uruguay, también de Paraguay y creo que es lo más importante de todo. Saliendo de los premios, de lo que es la competencia y que termina siendo subjetivo en cuanto a un jurado, que nos fue muy bien en cuanto a premios, pero lo más importante termina siendo lo que ve la gente y eso es a lo que vamos, a mostrar una fila, a mostrar un programa genético, a mostrar desde ternero hasta vaca o desde ternero hasta toro, cómo va evolucionando cada individuo y cómo es el programa. Y creo que fue lo que vio la gente.

¿A qué cabañas estás asesorando?

Son nueve cabañas con las que trabajo, tanto de Angus como de otra raza como Brangus o Braford y después en 12 campos comerciales de producción, campos donde voy a hacer la selección de vaquillonas, tienen sus propios planteles para producción de toros, campos que necesitan entre 30 y 40 toros por año. Y también me dedico a eso, 100% producción y creo que siempre es lo que me mantiene con los pies sobre la tierra y sobre el barro para no desviarme en lo que es la producción y lo que producimos. Es decir, que comamos carne, pero cada vez más por hectárea.