

“Nacho” Landívar y los secretos de “San Miguel”, la cabaña Shorthorn que dio sus primeros pasos hace 134 años
Es de las tradicionales cabañas familiares. “Nacho” Landívar cuenta la historia que comenzó en 1890 de la mano del bisabuelo Miguel, que continuó con “el buen ojo” para elegir animales de su padre Miguel y que él sigue con su hijo mayor Miguel, en Ayacucho, con la Gran Campeona Hembra en la Expo Otoño en Tandil y con otro enorme desafío que significa pisar la arena de Palermo.
Coberturas07 de julio de 2024





POR DARIO FARIÑA. No podía ser de otra manera el nombre de la cabaña. San Miguel. Porque encierra una historia familiar en la que el nombre Miguel fue un sello, una especie de marca que fue de generación en generación, y se convirtió en un ícono para este emprendimiento ganadero familiar que pertenece a la familia Landívar, siempre de la mano de la raza Shorthorn, “la raza madre”.
El último paso exitoso de la cabaña fue en la Expo Otoño que se llevó a cabo a fines de mayo en la Sociedad Rural de Tandil. La Gran Campeona Hembra fue “la blanquita”, como le gusta decir a Ignacio Eduardo Landívar, “Nacho” para todos, el protagonista de esta entrevista. La mejor hembra de todas las que formaron parte de la ronda final y en la que el jurado, el MV Alejandro Ferrero, tuvo que elegir. Y se quedó con “el futuro”, una ternera espectacular.
Una expo muy especial para la familia Landívar, ya que más allá de ese hermoso premio con una hembra que tiene presente y futuro, esta vez la Otoño llevó el nombre “Miguel Angel Landívar”, en reconocimiento a este histórico criador de la raza Shorthorn. Que dio sus primeros pasos en la ganadería hace 134 años, con el bisabuelo Miguel, y que siguió creciendo con las generaciones siguientes.
LOS BUENOS RESULTADOS EN TANDIL
“Sí, se venía trabajando para lograr lo mejor aunque para nosotros fue una sorpresa, porque es la categoría ternera, pero para que gane de ser demasiado buena. Es más difícil ganar con una ternera, encima con una contrincante muy buena, una vaquillona blanca de Luciano Macaroni, y ganarle a esa vaquillona era difícil. Yo, si juraba, me inclinaba por cualquiera de las dos, aunque la otra ya estaba preñada, es el presente. Lo mío es futuro, pero el jurado apostó por eso”, contó “Nacho” a campoindustria.com.
“El año pasado nos pasó lo mismo, con una Reservada Gran Campeona en Tandil, y que ahora va a ir a Palermo, en julio próximo. A Palermo iremos con una blanca, una rosilla, un toro y la 1987 que vendimos el 50 por ciento a Durando, una gente de Santa Fe, y vamos ir juntos juntos. Están invirtiendo en Shorthorn y la compró, así que estamos muy contentos con eso” agregó Landívar, quien destacó que "la ternera blanca Gran Campeona la tenemos con La Trinidad, de Agropecuaria Pampeana SA, de Javier Pico. Es una cabaña que colabora con San Miguel, tenemos embriones en conjunto, y está apostando por esta genética. Es más, somos socios de otras hembras que tenemos en nuestra cabaña".
LA CABAÑA SAN MIGUEL, HISTORIA Y ACTUALIDAD
“El que arrancó con todo esto fue mi bisabuelo, Miguel Landívar, en el año 1890. Con Shorthorn. La cabaña se creó realmente en 1920 y en 1940 se arranca con el tema del pédigree. Entonces mi bisabuelo Miguel marcó un camino. A mi abuelo Miguel María, a mi padre Miguel Angel, y también a mi hermano mayor (Miguel Angel) y a mí, que soy el más chico, así que somos cinco generaciones. Y siempre manteniendo algunos de los criterios de selección que tenía mi abuelo” siguió contando.
“Mi bisabuelo murió en el ´40, cuando mi papá tenía apenas 5 años. Mi abuelo murió en el ´76. Pero se mantuvieron los criterios en la genética, y eso hace que tenga mucho valor, con esos genes adentro en 70-80 años, es importante para la cabaña. No rompimos los criterios. Con el tiempo se fueron mejorando algunos caracteres, ya que antes no se le daba anta bolilla y ahora si, como circunferencia escrotal por ejemplo, y se seleccionaron las madres del plantel. Hoy, hay plantel y embriones en función de eso”, explicó.
FENOTIPO, EL TIPO ANIMAL QUE ELIGEN CRIAR EN AYACUCHO
“Nosotros, en cuanto al fenotipo del animal que queremos, es que exprese blandura cuando se mueve, que sea suelto, no compacto en el caso de las hembras, que sean bien femeninas. Y que tenga características que respondan muy bien al pasto. Toda la vida se seleccionó por una cuestión pastoril, se dejaban como madres que saben pelear a los inviernos, que se cubre bien de grasa para sus reservas naturales, y eso se mantuvo. A veces fuimos en contra de la corriente, pero lo mantuvimos. Hoy se busca carne a pasto. Todo lo maternal para nosotros es importante y entonces seleccionamos las mejores, hay que mejorar siempre genéticamente” siguió diciendo Nacho”.
“Y con el tema de la huella de carbono, los animales a pasto es algo importante. Hay que transformarlos, es el pasto en carne eficiente a pasto, y tengo que ser eficiente en transformarlo y en eso la genética debe acoplarse. No es fácil. Hay que laburar mucho. La hembra que vendimos en Tandil puede ir a una exposición sin comer grano como la “1987”. La rosilla que va a Palermo, también. No tienen la misma cantidad de kilos, pero responden bien al pasto” contó con la pasión que lo caracteriza.
EL LEGADO DEL PADRE Y LA FAMILIA, FUNDAMENTAL EN TODO
“Yo estuve siempre atrás de mi viejo en la cabaña. Fui a estudiar ciencias económicas y a la cabaña la agarré más firme en el 2000, ahí ya comencé a manejar todo con mi viejo. El tiene un ojo muy bueno para seleccionar animales, le da importancia a la estructura, que tengan buenas patas, buen garrón, buenas pezuñas, y que no tengan prepucio. A esto los jurados lo miran muchísimo, pero en nuestros animales no lo van a encontrar” comentó el criador ayacuchense.
“A estudiar fui a Buenos Aires, a la Universidad del Museo Social Argentino, en corrientes entre Callao y Rodríguez Peña. Me quedaron cuatro materias pendientes y nunca las di. Me gustaba la carrera; también estudie marketing. Después me fui a laburar a Ayacucho, en el ´95 hasta el 2000, en una fábrica de baterías, Mateo se llamaba, y cuando mi viejo me necesitaba me fui con él y las vacas. Toda la vida me encantó la cabaña y ahora estamos los dos. Mi hermano está radicado en Las Grutas, allá tiene su farmacia. Mi otro hermano Marcelo está con los caballos de polo, y mi hermana Graciela es psicóloga. Mi mamá (Graciela Etchepare) falleció en 2015” continuó contando “Nacho” respecto de los pasos que dio en su vida profesional y de su vida familiar.
“Mi hijo mayor Nicolás (32) está en Inglaterra trabajando con caballos de polo, y Ezequiel (27), se fue conmigo al campo y también él administra una confitería (Gulliver) que tenemos en Ayacucho. Y Camila (25) es psicóloga)” contó Ignacio (58) apoyado siempre por su esposa María Susana Milloc), “que fue directora de un jardín de infantes y ahora está jubilada, pero actualmente da clases de yoga”, agregó.
EXPO OTOÑO EN TANDIL Y EL PROXIMO PALERMO
“A la Expo Otoño de Tandil fuimos con la “1987”, una vaquillona que vendimos; también con una ternera blanca, la “2011”, que fue la Gran Campeona, y en el remate Genética de Elite –de Carlos Ojea Rullán-, en noviembre pasado, vendimos una hembra que compró Javier Gorostidi. En ese remate vendimos embriones” explicó. “Y en Tandil nos fue espectacular. Sobre todo fue una gran alegría para mi papá. Porque, inclusive, la expo llevó su nombre por la trayectoria que tiene con el Shorthorn”.
“A Palermo vamos a llevar algunos animales: la blanquita, que es la “2011” (en sociedad junto con la cabaña La Trinidad); la rosilla, la “80” (fue Reservada Gran Campeona en Tandil 2023, a medias con La Trinidad y Agropecuaria Pampeana SA), la “1987” (de la que vendimos el 50%) y un toro senior en conjunto con La Trinidad, Luis Dubois, Durando y Pablo Granillo Posse)”, continuó diciendo sobre la Expo Palermo que se realizará este mes en la mítica arena palermitana.
PALERMO, LUGAR IDEAL PARA MOSTRAR A “SAN MIGUEL”
“¿Expectativas?, claro que sí, pero esas expectativas o Palermo tiene dos partes. Una es la propia jura, a la que le damos mucha importancia, con la blanquita fundamentalmente por una cuestión de tamaño, pero allí mostramos una línea genética muy parecida. Esta expo nos permite mostrar genética, consistencia, el mismo fenotipo, son animales livianos de adelante, femeninos, y eso es lo que mostramos”, manifestó Landívar, quien resaltó que “Iván Peralta es nuestro preparador, está haciendo un trabajo excelente.
“En la jura tenemos expectativas con la blanca, y a la otra creo que le falta un puntito, le falta un toque de frame, un poco de desarrollo –quizá unos 70 kilos más-, y después es cuestión del jurado. Nosotros vamos a mostrar lo que uno hace en la cabaña. El premio juega, claro que sí, y es importante, porque el productor tiene su parte que compra lo que va en la punta, pero nosotros mostramos nuestros animales” siguió analizando sobre lo que siente y lo que vive un productor ganadero en la tradicional Expo Palermo.
“En la selección que se hace, más allá del tema pastoril, consideramos que tienen que ser animales equilibrados. Entre precocidad, tamaño, buen balance en la vaca, que sea femenina, que se desplace bien, bonita cabeza, eso es lo que buscamos. Y en machos debe ser un animal con buena expresión, huevos, cabeza, manta de carne -porque la carne la da el macho-, blando y que se desplace bien, que no esté cargado adelante, con buenos garrones, ni muy largo ni mu corto, es decir proporcionado. Así que iremos con expectativas, seguro, pero fundamentalmente a mostrar lo que hacemos en nuestra cabaña” afirmó finalmente respecto del tipo de animal que se crían en San Miguel.
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