Alfredo Mondino: “Hay que andar con un perfil bajo y tenés que saber perder para poder ganar”

POR DARIO FARIÑA. El Negro. Así lo llaman todos a don Alfredo Sebastián Mondino. 83 años (cumplirá 84 el 21 de febrero de 2025). Impecable como siempre y sobre todo en la presentación que su empresa, la firma consignataria que tiene su casa central en Del Campillo, Córdoba, hizo en el remate de cabaña Tres Marías.

La cabaña de la familia Gutiérrez acudió a AS Mondino para darle una vuelta más de rosca a la parte comercial de sus remates. Y lo logró. Vaya si lo logró. Quedó reflejado en los precios que se dieron en la subasta que se realizó el jueves 15 de agosto en Estación Bunge, partido de Benito Juárez, con el martillo de Roberto Mondino, el hijo del Negro. Y de la Negra, Lidia Báez, quien tiene mucho que ver en el crecimiento de esta consignataria que hoy está en boca de todos en el mundo ganadero.

Entonces había que hablar un poco con don Alfredo, que –como siempre- recibió a campoindustria.com con toda su amabilidad, pero era bueno saber qué pensaba de este nuevo paso que dio ASM al sumar una de las cabañas emblemáticas, históricas y exitosas de la ganadería argentina.

Don Alfredo, a los 83 años, “en las pistas” como siempre….

En las pistas como siempre, la verdad que fue mi pasión siempre, los desafíos, los remates. Y hoy tenemos la oportunidad de estar en otro más. Nosotros tenemos actualmente las cuatro o cinco cabañas de punta y ahora anotamos una más con esta cabaña que es Tres Marías.

Todos los sueños se fueron cumpliendo, más allá de los obstáculos que alguna vez me contó. Pero siempre se salió adelante. ¿Cómo se hace para tener esa resiliencia?

Y mirá, hay que andar con un perfil bajo y tenés que saber perder para poder ganar. Yo tengo presente siempre esas dos cosas. Y con eso cuidado que no fallás. Además, mi esposa la Negra (Lidia Báez) es la que levantó la feria y yo soy el que martillaba, así que soy el hombre bueno, y ella la mujer mala, jajaja.

¿Mira para atrás y le da orgullo tener la empresa que tiene, con los hijos trabajando adentro, creciendo permanentemente?

La verdad es que sí. Teniendo toda la familia. El otro día, por ejemplo, salimos a festejar, siempre salimos todo la familia junta una vez al año. Y salimos los diez matrimonios, porque yo tengo tres hijas y dos hijos. Los cinco matrimonios, ninguna pelea, nunca, ningún sí y ningún no. Nosotros dos tampoco, y quince nietos que nunca tuvieron un sí o un no. Eso realmente es un logro. Y lo tiene mi señora a ese logro.

Lo ve a Roberto rematando en Palermo, ahora acá, en las mejores cabañas pero en Palermo fundamentalmente. Es como que usted hizo bien los deberes para que llegue a donde está…

¿Para sacar un buen martillero?...si, si, si. Ellos aprendieron. A Roberto le gustó de chico estar en la feria y a Marcos el cereal. Entonces iban a la feria los dos, por supuesto. Pero muy destacados, muy bien. Lo están haciendo muy bien. Roberto lo está haciendo bien. Y Marcos está haciendo bien su parte.

Hoy está más tranquilo, ¿no?. Es como que ahora supervisa todo y que trabajen ellos...

Sí, que trabajen ellos. Yo me quedo muy tranquilo.

¿Qué significa hoy estar acá, en otra feria, en una cabaña como Tres Marías?

Un crecimiento más. Sí, sí. Realmente es una cabaña importante. Nosotros, como te dije antes, trabajamos con 4 o 5 cabañas de punta y cada una tiene su característica. Tres Marías tiene la característica de tener 25 campeones en Palermo y no sé cuántos años tiene exactamente la cabaña, pero sé que tiene muchos años.

¿Cumplió todos los sueños?

Por lo menos, creo que sí. Aunque siempre te queda algo que hiciste mal. Siempre te queda algo que hiciste mal. Tuve momentos muy bajos, tuve momentos muy altos. Pero a la gente hay que ir de frente, decirle lo que te pasa. Entonces así me sacaron, la gente me sacó. Nunca me olvido de la gente que me dio y que me ayudó...

¿Códigos?

Códigos. Sí, códigos.