Livio Malagueño empezó lavando toros y hoy, con Santa Cándida y Santa Amanda, se codea con las mejores cabañas

POR DARIO FARIÑA, ESPECIAL EN CAÑUELAS. Se le estruja el alma cuando habla de su madre y de su hija que ya no está, Soledad. El rostro rústico, curtido y marcado por senderos que le regaló el tiempo y por un trabajo duro durante sus 72 años, se ablanda y se le caen las lágrimas. Pide perdón por no poder seguir hablando, pero don Livio Malagueño está recontra perdonado por ese dolor que no lo deja ser feliz completamente.

Más allá de que con su cabaña Santa Cándida acaba de lograr una de las alegrías más hermosas de su vida. Acompañado por su esposa (Irma Torres), ayudándose con una muleta, camina suave, lento, pero eso no le impide disfrutar –a su manera- de lo que acaba de pasar en la pista central del predio de la Asociación Argentina de Angus.

Uno de sus animales fue consagrado tercer mejor ternera negra (con Santa Amanda). Un rato después (y después de la charla que tuvo con campoindustria.com, sentados en un cómodo sillón al lado del stand de Angus) volvió a ser el mejor. Seguramente miró al cielo y desde allí recibió la misma sonrisa, cálida, sana, natural, que tenía cuando iba saliendo de la pista. Desde allí lo miraban su hija Soledad y su madre Amanda, que le sacan unas lágrimas cada vez que las nombra.

Linda historia, y fuerte, la de Livio Malagueño. Un desconocido para muchos, un conocido para muchos también, pero seguramente todos quedaron contentos cuando este hombre de Juan Nepomuceno Fernández, que tiene dos cabañas, fue uno de los más ganadores en la Nacional de Primavera Angus. Además, el viernes 20 de septiembre, día en que se fue con una enorme sonrisa de Cañuelas, cumplió años: 72. El mejor regalo.

“Tengo la cabaña en Juan N. Fernández. Y en La Dulce, porque Santa Amanda está en La Dulce y Santa Cándida está en Juan N. Fernández. Hace 14 años más o menos que tenemos la cabaña. Y siempre yendo a Palermo. Yo me inicié como cabañero y después empecé a asesorar cabañas, formé varias cabañas y siempre con buen resultado. Hasta que ahora que tengo a mi hijo Hernán (37), que es el que pasea a los animales y es veterinario, me dijo un día que armemos algo para nosotros” comenzó contando don Livio.

Y le ha ido bien…

Sí, sí, con gran éxito. Y antes yo siempre trabajé en cabañas, toda la vida. Pero después arrancamos con la cabaña nuestra hace catorce años, vendemos toros en forma particular, vamos a alguna exposición. Hacemos lo que podemos.

¿Este en Cañuelas fue el primer logro importante?

No, no, ya hemos tenido algún premio en Palermo. En una oportunidad sacamos el segundo mejor ternero, quizá un puntito menos que hoy. Pero siempre hemos estado con premios importantes a pesar de ser una cabaña chica. A esto lo hacemos con un esfuerzo bárbaro, usted imagínese que yo empecé lavando toros y acá, en esta Nacional, hay gente con mucho poderío. En cambio nosotros venimos de abajo, estamos abajo mejor dicho, no?.

Sí, pero hoy está codeándose con los mejores…

Y sí, gracias a Dios, si. ¿Si lo imaginaba o lo soñaba?...es que uno siempre trabaja para esto, Yo siempre le digo a mi hijo, como yo tengo experiencia, que uno va a la exposición y todos venimos a ganar. Y el día que toca ganar, ganás, pero el día que toca perder hay que quedarse calladito y seguir trabajando. Y seguir, porque también sirve perder para después ganar. Empezamos el jueves con una ternera, la primera ternera que sacamos fue la tercer mejor ternera menor y tuvimos un primer premio, también ayer jueves. Y hoy viernes sacamos dos terneras coloradas muy lindas, con esas tenía más esperanza y me tocó salir segundo con las dos.

¿En la cabaña, hoy, quiénes trabajan?

Yo, mi hijo Hernán y un chico más. Así que todo se hace a pulmón. El es el único varón y con mi mujer (Irma Torres) tenemos dos o tres mujeres…no, son dos. Digo así porque perdí una. Hoy tenemos a Lorena (42) y Paola (34), pero perdimos una hija hace once años, se llamaba Soledad. Esto es para ella. ¿Por qué Santa Cándida?, porque el campito se llama así. Y la otra cabaña es Santa Amanda porque mi madre se llamaba Amanda. Yo siempre le decía que el día que tuviera una cabaña le iba a poner el nombre de ella. Y ese momento llegó, gracias a Dios.

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POR DARIO FARIÑA. En la “Semana de Primavera Angus” campoindustria.com está presente con el auspicio de: Asociación Argentina de Angus, AS Mondino, Cabaña Arandú, Cabaña Don Romeo, Cabaña Don Eloy, Cabaña San José, Cabaña Tres Marías, Cabaña La Reserva, Cabaña La Soñada Angus, Nuevas Tierras SA, Sáenz Valiente Bullrich y Cia SA, Cabaña Zelduar y Cabaña El Recuerdo.