“Pecos” Larsen y cómo se trabaja en una Jura de Admisión: aspectos a tener en cuenta, observaciones y controles
Es médico veterinario y una de las caras habituales en cada Jura de Admisión de la Asociación Argentina de Angus. Su trabajo lo lleva por distintas ciudades, a muchas exposiciones de la raza líder, como en Cañuelas donde pudimos hablar con este profesional reconocido, destacado y respetado, que nos contó cómo se trabaja en ese día previo de lo que luego será una clasificación donde se eligen a los mejores animales.
Entrevistas14 de noviembre de 2024Darío FariñaPOR DARIO FARIÑA. Es “Pecos” para todo el mundo. Algunos, seguramente, saben que el apellido es Larsen. Pero este médico veterinario, reconocido ampliamente en el sector, que está presente en muchas de las juras de admisión que en sus distintos eventos hace la Asociación Argentina de Angus, es sumamente destacado y respetado. Aunque él hace un culto del perfil bajo.
Lo hemos encontrado en las exposiciones Angus en Olavarría, también en Azul (donde reside, pero también tiene familia en Olavarría), en Palermo o en Cañuelas. Precisamente en Cañuelas, cuando se llevó a cabo la Expo Nacional de Primavera en el MAG, estuvo hablando con campoindustria.com sobre el trabajo que realizó durante la jura de admisión con todo su equipo.
Más allá de que están en el mismo escalón con el belgranense Mario Castelo, otro MV que de las caras más reconocidas en las juras de admisión de Angus, esta vez hablamos con “Pecos”. Mario tomó un rato la posta en el trabajo y entonces pudimos hablar sobre lo que hicieron durante la previa de la expo, un trabajo silencioso, que muy pocos ven (salvo algunos cabañeros) y que es tan fundamental como la elección de los mejores animales. Es que si no pasan la admisión, hay animales que no llegan a desfilar por la pista central. Así de simple.
¿Pecos, cómo fue el primer día de trabajo en Cañuelas?
“Por ejemplo en la Expo de Primavera que se hizo en el MAG, en Cañuelas, llegamos el domingo a la tardecita y enseguida tuvimos una reunión, como hacemos siempre, para unificar criterios y estandarizar el equipo nuestro, en el que fuimos cuatro, para la Jura de Admisión. Y ya el lunes temprano, a las 7.30 horas, ya estamos en el predio y empezamos a trabajar con las ecografías, con todo lo que tiene que ver con la admisión.
¿Cuándo se hace esa reunión para unificar criterios, cuáles son los conceptos a tener en cuenta para coordinar el equipo?
Nosotros somos cuatro personas. Dos que trabajan en la camilla de operaciones, uno que está en la parte de adelante del animal mirando todo lo que es tatuajes, si hay algo que no corresponda, y otro que mira la parte de atrás para observar las ubres, corrección de aplomos, garrones, callos interdigitales, pezuñas, medición de testículos. A eso lo hace los dos colegas que trabajan exclusivamente en el potro, que son César Díaz y Pedro Gerbelli, quien además es inspector de Angus, y mira la visión, el morro, si hay algún problema de tiña, que es un problema que origina un hongo. Después, a la salida, lo que hacemos con Marito Castelo, paramos al animal, lo hacemos poner en una posición adecuada para poder observar la línea de aplomos, es decir anteriores y posteriores. También vemos los desplazamientos, en los que tiene que tener un buen balance, es decir que debe caminar correctamente, y luego pasa la admisión. Esa es la rutina.
¿Qué cantidad de animales pueden llegar a examinar?
Para la Expo Primavera en Cañuelas fueron poco más de trescientos. Terminamos este mismo lunes al mediodía, una vez que llegaron todos los camiones con los animales de las distintas cabañas, por supuesto. Por la tarde lo que hacemos, con los que se llaman los “observados”, es decir aquellos animales que tuvieron algún problema, nos reunimos para tomar una decisión respecto de si pasa o no pasa la admisión.
¿Esa es una revisación final?
Claro, porque primero se observa el defecto. Si es un defecto leve o quizá el animal baja del camión y puede venir un poco duro. O puede aflojar, y cuando digo aflojar quiere decir que tiene algo de dolor y entonces no camina correctamente, así que lo dejamos un tiempo determinado, echado, en la cama, y así el animal quizá al día siguiente camina bien. En ese caso ya está, sino es un defecto que trae desde la cabaña y entonces queda afuera de la competencia.
¿Pero un cabañero no va a traer a una exposición a un animal que no está en condiciones?
Sí. Lo que pasa es que generalmente todos los animales que traen van a pasar, que no va a haber ningún problema. Pero a veces ocurren cosas que a último momento no las ves, porque el toro puede sufrir un golpe en un testículo que le puede sufrir una epididimitis, que es una inflamación en el epididimo. O la vaca puede traer una mastitis, que es una inflamación en la glándula mamaria y eso compromete la ubre. Esas cosas ocurren generalmente a último momento. Por supuesto que un productor, un cabañero o veterinario responsable, si sabe que hay un problema en un animal directamente no lo trae. Obvio.
¿Lo que se ve, en todas las expos, es una tremenda uniformidad en los animales Angus?
Sí, sí. No hay animales distintos en una misma categoría. Eso ha cambiado año tras año, es increíble. Dentro de las cabañas y entre las cabañas vos ves que pasa un lote y no desentona, para nada. Antes venía un animal suplente y quizá era inferior o más liviano, pero ahora prácticamente es todo igual, con lo cual eso a la raza la favorece y le da prestigio.
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