Federico Vizzolini: “Trato de que el toro de show sea muy cercano a la producción, ahí es donde nosotros arrimamos al productor”
El propietario de la cabaña Arandú, que ha tenido un crecimiento notable en los últimos tres años fundamentalmente, fue el mayor remitente para el remate Rústicos Especial Vientres que se llevó este mes en Claromecó. También es director de la Asociación Argentina de Angus, a la que se incorporó hace menos de un año. Y nos contó algunos secretos de su trabajo, que le permitieron lucirse en Palermo.
Entrevistas28 de noviembre de 2024Darío FariñaPOR DARIO FARIÑA. Si uno lo encuentra a Federico Vizzolini en cualquier remate, o en Palermo, o en una Nacional de Primavera o de Otoño, hay que girar la mirada unos metros nada más porque seguro que allí está su familia. Todos juntos, en bloque, y es lindo ver cómo Mariel y sus hijos Luis y Sofía –que también trabajan en la cabaña Arandú- lo siguen a muerte a todos lados.
Por más que ellos tres renieguen un poco de su forma de ser (lo dijo Fede, vale aclarar, porque es muy meticuloso…o demasiado), están ahí. Codo a codo para llevar a Arandú al podio. Por más que ese no había sido el objetivo, se fue dando naturalmente.
Y los resultados aparecieron: Gran Campeón Macho en Palermo 2023 y Reservado Gran campeón Macho en Palermo 2024, por citar algunos logros más significativos, ya que también hay que sumarles los grandes campeones en Primavera y Otoño Angus. Entonces todo eso empuja fuerte hacia adelante.
En la séptima edición de Rústicos, Especial Vientres, que se realizó el viernes 22 de noviembre en Claromecó, Arandú fue uno de los máximos (o el máximo) remitente: 550 animales, de los 1.234 que se vendieron, llegaron desde la cabaña de este tresarroyense cuyo apellido se emparenta con las pastas, pero que eligió hacer su propio camino en la ganadería. Y habló, luego del remate, con campoindustria.com para hablar de su presente, y de algo más también.
Federico, además de estar como director de Angus, fuiste uno de los protagonistas, digamos, con una gran cantidad de hacienda que trajiste al Rústicos, y creo que te fue bien, con excelentes números, ¿no?
Sí, es una etapa de la vida que estoy cumpliendo y le estoy dando un apoyo. Me llamaron para trabajar y la verdad que estoy muy contento dentro de la Asociación Argentina de Angus como director y que Alfonso (Bustillo) y Carlos (Fernández) me dieran todo el apoyo y hoy en día estoy manejando registros, así que hay mucho para trabajar. La idea es seguir laburando y metiéndole para adelante. Esa es la respuesta primera que te voy a contestar por la pregunta que me hiciste. Tuve un apoyo de mi familia, porque no es fácil; o sea, hay reuniones a las nueve de la mañana, a veces salgo a las cuatro de Tres Arroyos y llego a las once de la noche a mi casa, hago mil kilómetros pero me parece que el esfuerzo vale la pena. Se ha hecho un grupo de gente, de directores muy lindo, todos trabajan muy bien, toda gente seria, así que estoy muy contento con eso.
Y buenas ventas…
Y segundo, la otra respuesta a tu pregunta, es que creo que fue muy buen remate. Porque estaba todo muy frío hace veinte días, o un mes; gracias a Dios la bendición de la lluvia nos ayudó, vos fijate que hubo muchos compradores, analizando lo que lo estaban mirando desde Mendoza, de San Luis, de Córdoba, y que toda esa gente hace tres o cuatro meses atrás no podían comprar nada. Pero no era una cuestión de plata, era una cuestión que no había pasto, esa es la realidad. Y hoy en la ganadería, si vos no tenés pasto no podés comprar nada; al contrario, estaban vendiendo vacas. Hoy la situación se revirtió, tuvimos la suerte de todo eso, tuvimos la suerte de tener clientes que ya vienen hace años, seguimos teniendo clientes nuevos. Y como lo venimos hablando con Sergio (Amuchategui) y con Roberto (Mondino), y toda la gente que tiene a Roberto a la cabeza, hicieron un rematazo, esa es la realidad.
Sí, porque como decís vos, hace un tiempo vendían vacas, pero la lluvia, si bien en lo inmediato no se ve el resultado, pero sí marca un optimismo y una esperanza
Exactamente, o sea, te marca una esperanza, te marca que vas a poder empezar a retener vientres, terneras, terneros, que no podía retener nadie, es la realidad. Esto pasaba en toda la Argentina, o sea, teníamos un serio problema, un grave problema, y hoy se revirtió la situación. Y la mayoría está hoy en retener, no en vender. Por eso creo que tenés la suba que hubo en el mercado de Cañuelas. Muchos te dicen que la carne es lo más barato que hay en Argentina. Sí, está bien, es lo más barato que hay en Argentina, pero tenemos que entender que el bolsillo del que trabaja, no le alcanza. Entonces, no esperemos una suba por ahí, me parece que la suba que se está viniendo o que se vino ahora, y la que se puede llegar a venir es por exportación, por algunas cosas que están pasando en el mundo, como estamos hablando de Brasil con China que ya tienen precios arriba del 15, 20, 25%. La exportación va a tirar algo para la vaca, algo al novillo, y después el consumo interno va a tirar pero porque va a ser un problema de la oferta y la demanda, no porque el poder adquisitivo de la gente en la Argentina haya mejorado muchísimo. Mejoró, sí, pero yo creo que esto va de a poco.
Es paulatina esa mejora
Claro, va mejorando de a poco, va bajando la inflación, entonces la gente no tiene el sobresalto, pero me parece que todavía falta un poco para que la gente tenga un poquito más de platita en el bolsillo y compre un poquito más de carne, esa es la realidad.
Miras para atrás, ¿soñabas con este momento así con la cabaña Arandú?
No sé si lo soñaba. Yo soy una persona, y tanto mi hija como mi hijo se ríen, porque me tildan de jeringa, insoportable, cargoso, meticuloso, soy así y no me va a cambiar nadie. Entonces, esa línea en la que bajo yo, de laburo, en mi empresa. Tanto con mi hijo (Luis), con mi hija (Sofía), está mi mujer (Mariel) también dentro de la oficina, están los encargados, ya saben cuál es la línea y en eso es a morir, a rajatabla. Y creo que haciendo eso y trabajando en serio, siendo serio, una empresa seria, respondiendo a los clientes, las cosas año a año van saliendo solas, van fluyendo y año a año vamos mejorando. Entonces te da ganas de seguir trabajando y hacer las cosas en serio.
Además, los resultados, por ejemplo, en Palermo te han dado un empujón impresionante. Pero eso es consecuencia del trabajo serio…
Por supuesto. Exactamente, o sea, la pista te ayuda un montón para las ventas. Hay que ser realista. Por eso yo creo que hay que estar en las pistas. Pero yo lo tomo todo como un complemento, no tomo la cabaña en la pista con la producción, sino que va todo enganchado, una cosa enganchada con la otra. Entonces, si yo ando bien, tengo un producto bueno, excelente, o lo que quieras llamarlo como dice la gente, me ayuda a vender, la gente viene a comprar, pero yo les tengo que respaldar a mi cliente o a la gente que venga a comprar con un producto en serio, que es la parte de producción, que no es lo mismo que la pista. O sea, no es lo mismo porque te digo por qué….
Porque la pista es show…
Claro, es un show, pero trato de que el toro de show sea muy cercano a la producción, no al show. Entonces ahí es donde nosotros empezamos a arrimar al productor. Antes, vos fijate, que todo eso se fue como alejando. Era la pista de Palermo nada más, era la pista y se terminó, y no era producción, era cierto porque vos tenías toro de 1.300 kilos que no lo podías llevar a ningún campo. Hoy, cualquier toro que está compitiendo en Palermo o en la Primavera o en Otoño, puede ir tranquilamente a cualquier campo. Bienvenido sea para la ganadería argentina.
¿Brazo izquierdo Juan García y brazo derecho la familia?
Sí…, en el brazo izquierdo Juan García y todo el equipo de trabajo. Porque sin el equipo de trabajo que te estoy diciendo, no llegás a nada. Vos solo no lo podés hacer, y el brazo derecho tengo a mi familia, ni hablar.