Roberto Mondino: “Creo que tenemos una ganadería firme, sólida, como hacía muchos años no la veíamos”

POR DARIO FARIÑA. Lo sacamos del ritmo habitual, de esas notas que muchas veces por nuestro trabajo generalmente debemos hacer a las apuradas apenas finaliza un remate. Esta vez, Roberto Mondino tenía tiempo. Y nosotros también, para sentarnos a hablar tranquilos luego del último remate del año en la Sociedad Rural de Olavarría.

Fue el último que la firma cordobesa, oriunda de Del Campillo, llevó a cabo en 2024. Había pasado hacía unos minutos el brindis, en el que Roberto (el mismo que en su juventud había jugado al rugby en la selección argentina juvenil, Los Pumitas, pero que luego abandonó para “dedicarse a las vacas”) había hablado y levantado la copa, agradeciendo infinitamente el apoyo de su equipo, de los productores y compradores, porque en esta cadena todos ponen algo para que la ganadería siga creciendo.

Entonces en esa charla con campoindustria.com Roberto pudo hablar más distendido, para hacer un balance de un 2024 espectacular en el que la firma logró un despegue inusitado casi, porque si bien venía proyectándose fuerte y de manera ascendente, en Palermo tuvo una explosión tremenda que el sector ahora la considera una de las tres mejores de la ganadería argentina. Esta fue la charla:

Roberto, en Olavarría fue el cierre de remates en el año, pero el Especial de Río Cuarto creo que fue el gran cierre, ¿no?

Sí, Dari. Sí. La verdad es que fue un remate con mucha hacienda, con muchas provincias, con todos nuestros clientes que nos acompañan durante todo el año, con todo nuestro equipo. Así que fue un orgullo haber terminado este año con tanto trabajo, un orgullo también haber terminado acá en Olavarría, con nuestro equipo trabajando, con Ezequiel Hourcade. Así que bien, bien, contentos con un año de mucho trabajo.

Fue un trabajo desde lo comercial, como decías, realmente impresionante. Creo que se ha dado un salto exponencial de la firma Alfredo S. Mondino a nivel nacional…

Sí, fue un año de mucho laburo. Por ahí la televisión también ayudó mucho. Fue un año de mucha exposición, muchas cabañas, un equipo consolidado, unas zonas donde ya estamos cada día más presentes. En Olavarría llevamos 10 años. Me parece que van rindiendo sus frutos, se van viendo los frutos de un trabajo. Hay un equipo, estamos enfocados, sabemos que nuestra zona fuerte es la zona de hacienda mestiza y entonces estamos enfocados en eso. Tuvimos una sinergia muy importante con la raza Angus, con toda la comisión directiva de la Asociación, con Alfonso Bustillo y con toda su comisión directiva que nos han ayudado mucho también. Así que entre todos estamos trabajando, poniendo todo un equipo que no es sólo lo comercial, sino que es administrativo, es todas las partes que componen el trabajo integral. Porque a la hacienda hay que filmarla, hay que comprarla, hay que venderla, hay que cargarla, hay que facturarla, hay que cobrarla, hay que pagarla. Tiene todo un mecanismo que está aceitado y nosotros somos muy cuidadosos de que todo eso esté bien. Ustedes también que tienen un gran aporte en todo lo nuestro. Así que entre todos vamos cumpliendo metas, objetivos, vamos creciendo que es lo de siempre de nuestra firma. Somos una firma joven en edad de representantes, pero con mucha experiencia. Está mi padre (Alfredo) en la cabeza, está mi madre (Lidia Báez). Así que creo que lo que vamos viendo hoy es el resultado, el fruto de una experiencia y de mucho trabajo.

Además, 2024 fue un año en el que Palermo fue el broche de oro de alguna manera, más allá que fue a mitad de año. ¿Pero cómo nació ese remate Premium que salió la idea desde Del Campillo?

Sí, salió bien. Era una idea que tuvimos, que nos acompañó la Asociación Argentina de Angus. Sabemos que el Angus de Otoño tenía que terminar con un remate. Nos acompañó Alfonso, nos acompañó la Asociación y toda la comisión directiva, así que para nosotros es sólo agradecimiento porque nos dieron la confianza y el remate salió bárbaro. Fue después Palermo, estuvimos en la Sociedad Rural un año más con un remate de 22.000 cabezas. Después estuvimos en Cañuelas, en la Primavera Angus de Cañuelas.

Más los remates de cabañas…

Sí. Este año empezamos también con el primer remate de cabaña Tres Marías que fue un remate impresionante, la verdad que fue un hito para nosotros poder estar rematándole a la familia Gutiérrez. Tuvimos nuestros remates ya de muchos años, también con Don Benjamín que cumplimos este año los primeros 20 años, con La Paz de Werthein, Los Murmullos. Todas las cabañas que nos acompañan durante el año, así como Rústicos cada vez más afianzado con más remates y con más volumen de hacienda. Así que todo afianzado, hemos ido probando el equipo hasta donde da y vemos que va; tenemos dos televisados por mes, tenemos nuestros remates físicos. Así que fueron más de 70 remates este año 2024. Mucho, mucho trabajo, pero creo que fue lo mejor de todo es que terminamos con todo el equipo trabajando, con todos los remates que salen. En todo el año nos dejamos una vaca sin vender, dato que no es menor. Vendimos todo, así que eso nos deja contentos.

Justamente te iba a preguntar respecto de Tres Marías. Habías dicho que no querías rematar más cabañas, pero Francisco (Gutiérrez) te llamó y te dijo “mirá que yo te estoy hablando para que remates Tres Marías. Ahí me dijo que sí”, me contó Francisco…

Jajajaja. Sí, la verdad es que no podíamos decir que no, Tres Marías todos sabemos lo que es. También sabemos que rematamos Tres Marías por la confianza y el trabajo que nos han dado el resto de las cabañas, porque fueron las que apostaron a nosotros, como Don Benjamín, como todas las cabañas que apostaron, que confiaron en nosotros. Y después pudimos rematar Tres Marías.

¿Cómo ves hoy la ganadería con tantos vaivenes, con tanta incertidumbre por momentos, más allá del apoyo del gobierno?

Bien, bien. Me parece que estamos en un mercado sólido, firme. La ganadería de acá para adelante va a estar bien. Creo que tenemos años buenos por delante, por lo menos con esta idea del gobierno que es apoyar a la ganadería, que es apoyar a la exportación. Lo que necesitamos es que se acomoden los sueldos para que la gente pueda comer carne. Creo que eso es lo que tenemos que lograr, y es que la gente coma carne y después las exportaciones están abiertas, hay demanda, se están comiendo 47 kilos de promedio. Creo que tenemos una ganadería firme, sólida, como hacía muchos años no la veíamos. Hoy veo ganas de invertir, vemos que se están reteniendo vientres, se están comprando vaquillonas para entorar, se están metiendo kilos. Creo que el concepto del feedlot de los 100 kilos por ahí es el que más sufre esto. Me parece que estamos en un momento donde hay que hacer kilos, tenemos la cantidad de hacienda, es muy difícil subir la cantidad de hacienda, no es tan difícil subir los kilos. Me parece que estamos yendo a un momento de recría, de darle más kilos a la hacienda. Así que, todo el productor argentino tanto el ganadero como el agrícola, se adapta, sabe, sigue invirtiendo, sigue estando en su negocio. Así que creo que va a ser un poquito una reconversión y vamos a seguir, y vamos a meter más kilos y vamos a tener una ganadería fuerte.

La última: ¿cuánto pasó y qué pasó desde aquel momento en el que el pibe éste nacido en Del Campillo, que –además- jugaba al rugby en Los Pumitas y que un día estaba con Francho Garín en Palermo y le dijo “qué lindo sería tener un stand como esos” (de otra firma consignataria) a este presente?

Y…mucho, mucho. Queremos mucho, yo quiero mucho mi profesión, la respeto, la cuido. Recién hablábamos con Eduardo (Pugnaloni), un abogado que conoce a mi familia desde los años ´90…Yo respeto mucho a todos los consignatarios. Porque el oficio nuestro por ahí tiene momentos que son muy injustos. En un país donde el que no te paga no va preso, no tiene penas, es muy difícil. Entonces yo viví y vivimos la época difícil, yo nací en el ´74, y en los 80 y pico, en los 90, con todos los frigoríficos cayéndose, con consignatarios que dejaron todo, vendieron todo y por ahí aun así no pudieron pagar y no pudieron seguir trabajando. Y entonces cuido, respeto, valoro mucho lo mío, la profesión que tenemos, ser consignatario de hacienda es algo que me enorgullece porque yo, como todos mis colegas. Hoy vos lo viste: vendemos tres vacas, cinco vacas y las defendemos igual que las tropas grandes. Es nuestra pasión, es nuestro trabajo y en aquellos años pasó de todo. Dentro de eso fue, creo que la suerte, siempre la suerte tiene que estar y nos encontró trabajando, como dice esa frase: cuando aparecía nos encontraba trabajando, así que hemos trabajado mucho, tenemos una familia que nos apoya, personalmente a mi mujer, mis hijas, están mis padres que son los dueños de la empresa, está mi hermano Marcos que es gerente general…

…más el equipo…

Sin dudas!!!. Está todo el equipo que hemos ido armando. Hoy se ve el trabajo de todo ese equipo, así que yo un poco en la parte comercial, a eso lo soñábamos, soñábamos quizá nunca esto; no soñábamos esto porque nunca nos animamos a soñar así, pero sí queríamos crecer, queríamos ir para adelante, se fue dando, fuimos encontrando zonas. Creo que fue Villa Huidobro la primera sucursal que yo abrí, después fue Buena Esperanza, después fue Olavarría, siempre acompañado de mis padres, siempre con mi madre en toda la parte de la oficina, con Marcos siempre metido también en toda la empresa. Yo por ahí puse un poco la punta de lanza para ir abriendo mercados nuevos, pero detrás hay una gran estructura.