Alberto Alem y su felicidad por la prueba pastoril Angus, que posiciona a La Soñada en un lugar muy importante

POR DARIO FARIÑA. Es de pocas palabras Alberto Alem, este productor olavarriense quien con su esposa María Ester Cier tienen la cabaña La Soñada en el partido de Olavarría, donde por segundo año consecutivo se realiza la prueba pastoril que en forma conjunta organizan la Asociación Argentina de Angus y CREA.

Este miércoles 9 de abril se llevó a cabo la primera jura fenotípica en La Soñada (hay tres programadas, en junio y agosto serán la segunda y tercera, para finalizar con el remate en septiembre en Bahía Blanca) y entonces fue el primer desafío con los 58 toros de las 26 cabañas que forman parte del Circuito Angus Bonaerense (cuyo director es Martín Tinello).

Así fue luego de la jura –que estuvo a cargo de Mariano Zanguitu- y del almuerzo, campoindustria.com habló con Alem para que contara cómo había transcurrido esta primera jura, más allá de la experiencia que significa haber sido sede de la primera prueba pastoril bonaerense que se realizó en 2024.

¿Alberto, toda la responsabilidad para La Soñada pero arrancó la segunda prueba pastoril y salió bien como esperabas?

La verdad que espectacular. Siempre las pruebas pastoriles te hacen poner un poquito nervioso porque como anfitrión querés que te salga todo perfecto, pero siempre sale bien y realmente vienen saliendo todas las pruebas, ya sea la del año anterior como la primera jura fenotípica que se hizo ahora.

Son 59 toros de 26 cabañas, pero es un lindo trabajo porque da resultados ya que a fin de la prueba se hace un remate que seguramente ha rendido sus brutos y ha sido muy bueno

Si se hace un remate e inclusive el año pasado hicimos un remate en el que se vendieron todos los toros a valores muy razonables. Y la gente que compró está entusiasmada para comprar este año nuevamente porque tuvieron muy buenos resultados con sus toros. Al estar a pasto fueron a trabajar al campo y no vinieron abajo para nada, no se estropeó ninguno, y después de acá salen con todas las garantías de datos de carcasa, de genotipo, mandamos a hacer los genes que tienen los toros de lo que se le ocurra, ya sea crecimiento, facilidad de parto, toda la garantía. Después son libres de DVB, diarrea viral bovina, que es una enfermedad sistémica que hay que tratar de que no entren en los rodeos. En cuanto a las garantías están las que se les ocurran. Y también la garantía es que no han comido nunca ni un grano de maíz, y ahí no tenés problema de semen, no tenés problema de pezuñas, no tenés problema de que se vengan abajo cuando van al campo. Estamos muy contentos nosotros y los compradores.

Los toros están en tu cabaña desde noviembre, ¿cuál es tu trabajo del día a día?

Desde que llegaron los toros, que eran 59 de distintas cabañas, tuvimos la suerte que no se estropeó ninguno. No sé si hubo alguna pelea, aunque siempre hay, pero no hay ni un toro lesionado que no es una tarea tan sencilla. Después el otro desafío es que coman pasto continuamente para que ganen kilos de peso y básicamente sanidad también, ya que hay que revisarles tema ojos, aftosa, sarna, todo lo que sea sanidad.

¿Los médicos veterinarios vienen periódicamente a controlarlos?

Sí. Estamos en eso con el médico veterinario Guillermo Cigorraga, de Angus, quien periódicamente viene a controlarlos y también viene Marcelo Fernández que es médico veterinario de CREA y sacan muestras de bosta para ver si hay que desparasitar o no, por lo que es un trabajo muy profesional y muy bueno.

¿Qué significa para La Soñada ser la sede de la prueba pastoril por segundo año consecutivo?

Está bueno porque nos posicionan en un lugar importante. Además es lo que tratamos de hacer ya que todos van a alimentar todo a pasto, rústicos y con datos. Así que es más o menos lo que hacemos nosotros, estamos acostumbrados y ya te digo, nos posiciona en ese lugar tan importante dentro de la raza.