

René Kappes, el histórico criador de Shorthorn que a sus 71 años viaja en familia, compite, y se pone feliz cuando gana y vende bien
Don René contó cómo es renovar la ilusión en cada exposición de la raza madre, más allá de que haya rivales difíciles pero él siempre se tiene fe con los animales que cría en su pueblo, 17 de Agosto, partido de Puan. Destacó la trayectoria y el conocimiento de Carlos Ojea Rullán, a quien conoce hace ya cuatro décadas, y también resaltó la importancia de la eficiencia en la producción ganadera.
Entrevistas14 de mayo de 2025




POR DARIO FARIÑA, ESPECIAL EN AZUL. Con 71 años, es una de las caras repetidas en cada exposición de Shorthorn. René Kappes (nacido el 27 de febrero de 1954) volvió a decir presente cuando entre el 8 y 10 de mayo se llevó a cabo la Expo Otoño de la raza madre en la Sociedad Rural de Azul.
Y, como siempre, lleva sus animales pero también lo acompaña su familia. A todos lados. Es así. No hay otra forma, y le da placer cuando el jurado (en este caso Carlos Ojea Rullán) elige a las vaquillonas o los toros de su querida cabaña San Antonio, ubicada en 17 de Agosto, partido de Puan.
Don René, un histórico de Shorthorn, siempre está acompañado por su esposa Laura, su hija Noelia (su mano derecha) y sus nietos (Agustín y Clarita, aunque la pequeña esta vez no pudo estar en Azul por razones de estudio), y sus corrales son lugar de reunión porque se junta con otros criadores de la raza para charlar un poco de todo.
Por supuesto, cada año lo vemos y volvemos a hablar, a contar las novedades, y esta vez campoindustria.com charló con don René en los corrales de la SRA, aunque un rato antes de que se realizara el remate (a cargo de Gervasio Sáenz Valiente), pero allí también le fue bien, como en la jura de clasificación.
¿René, siempre se renueva la ilusión con cada expo?
Sí, sí, cada expo se renueva porque hubo distintos animales, son todos de la misma raza y el mismo tipo de animal, pero cada animal tiene sus características, no son todos los mismos. Y los competidores, los que tenés en contra, tampoco son los mismos. Entonces vos tenés que manejarte con todas esas cosas, pero sí, se preparan bien, se los trae bien, por ahí hay algún problemita. Por ejemplo antes de salir me falló una vaquillona que tuvo un problema, el lote no vino como tenía que venir, pero igual vino, compitió, ganó, ganó bien y estamos muy contentos.
Además las palabras de Carlos Ojea Rullán también generan satisfacción, ¿no?
Sí, con Ojea Rullán estuve el viernes, no se acordaba de mí pero debe hacer 40 años que lo conozco. Es una persona a la que vi empezar; le pregunté cuántos años tenía cuando había empezado y que andaba detrás de los toros y tenía 15 años. Lo conocí en las exposiciones de Bahía Blanca y ahora ya no me conocía más, pero empezó muy de abajo, con mucho trabajo y una capacidad y una explicación como jurado que ojalá todos la tuvieran. Porque explica todo, te dice por qué y el por qué elige esto y por qué no, por qué sí. Es un un jurado excelente, es cabañero también, es criador ahora también, fue cabañero toda su vida y es de esos jurado que sabe todo. Conoce al animal, de todo lo que nosotros hacemos él lo hizo y lo hizo bien, por eso llegó donde está. Conoce todo, de preparar un toro, de peinar un toro, de darle de comer un toro, de desvasar un toro, sabe todo, que no sé cuántos hay cuando van de jurado saben todo lo que sabe él. Por eso está como está, como eso llegó a donde está.
¿Qué se lleva de esta exposición de Otoño en Azul?
Y bueno, todavía no vendí, pero hasta el momento una buena impresión, una buena impresión. Veníamos haciéndolo todos los años en Tandil a esta exposición, lindo, también me gustaba mucho y acá en Azul también. El ánimo está bien, no fue bien otra vez, así que no nos podemos quejar.
¿Cuánto hace que está con la cabaña San Antonio?
Hace ya 51 años. La primera exposición que hice fue a fines de septiembre del año ´74, Villalonga Sur, que queda pasando el río Colorado, y de ahí después seguí. Hacía todo lo que es Villalonga, Stroeder, Río Colorado; después se cerró la barrera sanitaria y dejé de ir ahí, pero seguí yendo a Bahía Blanca, Santa Rosa, Salliqueló, Tres Lomas.
¿Cómo se hace para estar todos los días al pie del cañón con los animales?
Nooo, ahora se me hace más difícil. Cuando vos sos joven no importa, y si te gusta no hay problema, pero tampoco tengo la cantidad de toros que tenía antes ni las vaquillonas tampoco. Antes yo hacía muchos toros, yo tenía mi camión, cargaba, yo llegaba de una exposición, cargaba de vuelta y salía otra vez, y acá no, acá no. Me limito a hacer bien, poquito, entonces tenemos una camioneta con un carro, salimos con mi señora Laura, acompaña la familia, viene mi hija Noelia, después nos ayuda, y lo disfrutamos entre los amigos. Ahora ya voy a disfrutar con los amigos. Y también no es que no me guste ganar, me preocupa si no gano porque para eso compito, porque no es que yo voy para pasar el tiempo; no, a mí me gusta ganar y me gusta vender, también me gusta vender bien, y si no puedo vender bien, ya está. Pero me gusta ganar, no es que voy por ir y nada más. Pero tengo que hacer menos animales, tengo que hacer menos porque el cuerpo no da.
¿Qué plantel tiene hoy?
Ahora tengo un plantel muy chico. Yo repartí todo el campo de mi padre y tengo un plantel muy chico, pero un plantel seleccionado con una genética más vale cerrada, de producción, y ahí está el resultado. Entonces tenés que tener poco pero que te produzca bien, y ahí es hasta donde sacás el resultado. Hace un tiempo atrás, eso es lo que pienso yo, cuando teníamos todos estos años de inflación, que vos producías carne, producías cereal, producías cualquier cosa en el campo -yo hablo de lo que es producción de campo- no lo hacías muy bien, pero sabías que al mes siguiente la inflación que ibas teniendo te iba tapando todos los errores que ibas haciendo. Pero cuando no tenés inflación, si no sos eficiente, ahí las cosas se complican mucho, y eso es lo que está pasando ahora. Tenés que ser eficiente. Vos no podés tener un rodeo de vacas con no sé cuánto es el promedio, pero tenés que tener un un rodeo de vacas con una garantía de preñez de más del 90% o el 90% como mínimo, porque si no los números no dan. Y eso es ser eficiente con lo que uno produce.
----------------------------------
Por Darío Fariña. En la Expo Otoño de Azul, campoindustria.com está auspiciado por: Asociación Argentina Criadores de Hereford, Sociedad Rural de Azul, y las cabañas San Marón, La Camila, Los Ceibos, San Edmundo, Doña Angélica, Santa María, San Miguel, San Antonio, La Trinidad, La María y Don Celestino.
Próximos remates







